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domingo, 2 de septiembre de 2007

Eres lo que haces, no lo que piensas

A menudo me he encontrado, con que aunque digas las cosas de manera franca y ordenada. Hables de tu pasado para ilustrar por qué eres como eres, de cómo has llegado a pensar como piensas, y el por qué de tus actuaciones, fracasa la idea de que realmente te conozcan.

Una vez me comentaron, que nada más empezar a hablar ya estoy dando a entender "soy así", me decían que no doy tiempo para que ellos lo vieran. Algo así, como acortar el proceso, o para que no se llevaran a error, al poder mal interpretar alguna de mis actuaciones o situaciones o palabras.

Es sorprendente que a pesar de dar esa impresión, de que hablo como soy, y que no espero a que la gente me conozca y puedan comprobarlo, que a pesar de todo esto, sigo encontrándome con la típica situación del "malentendido".

Entiendo que estas situaciones son totalmente normales dentro de una sociedad en la que te hace falta una vida para conocer a las personas, y aun así, tienes problemas, ya que muchos intereses, imperfecciones, intimidades, están ocultas, las personas se cierran en banda si les han hecho daño. Por todo esto, es lógico que se den dichos malentendidos.

Si la sociedad no fuera tan "imperfecta", o menos "inconexa", se solucionarían hablando, compartiendo de dónde salió la idea original y por qué se mal interpretó.

Como decía, a pesar de todo esto, siguen apareciendo en mi camino, personas a las que muestro lo que soy, lo que hago y por qué lo hago, pero no, no es suficiente, "el/los malentendido/s" siguen existiendo.

Sinceramente, me duele, que mostrando toda esa información, se sigan malinterpretando mis posibles intenciones, o mis pensamientos en base a las acciones que ejecuto.

En definitiva, no importa lo que pienses, si no lo que hagas, de ahí te juzgarán.

De todas formas, pienso seguir adelante y lo lamento por los que dejo a un lado en mi camino, porque, en parte, por el malestar que se produce, ni ellos ni yo queremos repetir y mantener el contacto.

Un consejo de un misionero, si crees algo de alguien y ese alguien te importa y no te gusta lo que crees, pregúntale, no le juzgues, pregúntale antes, déjale que te explique qué quería decir, si te convence pues perfecto, sino, pues nada, pero ese momento de comunicación, abierta y sincera, será un gran paso en tu capacidad para entender mejor a las personas que te rodean.

¿y tú qué opinas?

un saludo desde áfrica

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es curioso... También yo me he encontrado en muchas ocasiones con esos "malentendidos". ¿La razón? No decir, ni explicar cómo soy, sino mostrarlo...

Estoy de acuerdo en que se juzga a las personas más por las acciones que por cualquier otra cosa. Desde luego yo me tomo mucho a broma en muchas ocasiones este tipo de juicios, casi porque hago oídos sordos o porque simplemente me importa un pepino que venga de la persona que viene. Ahora bien, si ese juicio viene de alguien que sí me importa, que me conoce... eso sí duele, desengaña mucho...

La franqueza, tal y como hablaba hace un momento por teléfono, es algo muy valioso como para regalarlo sin más... Sin embargo, sin franqueza no soy yo... Para mí es como pensar en comportarme de forma diferente según con quien esté. Me siento hipócrita conmigo misma. Puedo ser más hermética con quien no conozco, o puedo controlar más lo que expreso en el trabajo o cómo me comporto con gente que conozco poco o no es de mi círculo de amistades, pero no puedo dejar de ser como soy. Puedo callarme más o menos cosas, pero no decir o hacer lo que no va conmigo...

Es como cuando alguien me mira el culo. Si no lo conozco, pues "paso tres kilos", si le gusta, que lo mire. Si lo conozco, pues oye, "¿quieres verlo más de cerca o mañana me pongo algo más apretadito?" Qué le voy a hacer... no me corto un pelo...

En cuanto a lo de preguntar a la otra persona en caso de duda... Estoy totalmente de acuerdo. A veces nos expresamos de forma complicada o no sabemos hacerlo, o pensamos que la otra parte entenderá perfectamente a qué nos referimos, etc etc y evidentemente no siempre es así. Si fuéramos más transparentes y más honestos seguramente no nos llevaríamos tantos chascos... ¿Acaso tú a tu amigo no le avisas de que lleva la bragueta abierta cuando sale del baño? Pues entonces ¿por qué no le preguntas directamente cuando dice o hace algo que te resulta raro en él o que te molesta o que no entiendes?

No sé... Quizá las cosas sean así, para que podamos evolucionar... Como también me decían al teléfono: "el siguiente paso en tu evolución parece ser escoger a quien destinar tu franqueza. Distinguir quien se la merece y quien no."

Ainss... Creo que no voy a tener descendencia... Aunque bueno... quizá sea capaz de evolucionar en ese sentido... si lo consigo ya avisaré a ver si encuentro otro ejemplar evolucionado para seguir poblando el planeta con mentes ajenas ;)