Buscar este blog

jueves, 24 de septiembre de 2009

El viaje y el castigo de los dioses

En aquella penumbra me encontraba realmente cómodo. No sabía a dónde me dirigía, y en vez de sentirme aterrado, me encontraba confortado, porque si yo no podía ver, nadie podía verme a mi. En muchas ocasiones había disfrutado de semejante sensación.

Me notaba creativo, activo, era adictivo, positivo, sonaba resolutivo...

...y no estaba solo. Tal vez nadie me acompañaba físicamente, pero dentro de mi se acurrucaba el recuerdo, el olor, el poder de las personas que pensaban o pensaron alguna vez en mi.

Tal vez, sólo tal vez, el cansancio que siento ahora, a esta hora, en la hora de comenzar todo, sea algo pasajero, algo realmente embriagador de talente negativo, de carácter dominante, de resultado apabullante, pero si puedes juntar unas palabras, darle sentido a tu mente, poner en ruta tus enlaces neuronales, quién sabe...

Ahora qué puedo añadir, mis folios, mis líneas, el respeto por el pasado cercano, con una polémica cita de Descartes a mi lado, Pienso luego existo, y vaya, que sí existo.

dioses del olimpo, Zeus, Artemisa, recordadme por qué actuais en mi contra.

¿fuiesteis ofendidos?
¿se acabó la casera?
¿no os satisface que ya no crea en vosotros?

A todo esto podría contestar, pero realmente no me da la gana. Vuestra furia partidista, dejada de la mano del azar, de como os sintais, pues ahí os podeis quedar, me sonrío sólo de pensarlo.

La penumbra sigue por aquí, y vosotros seguís en el olimpo, nunca antes había sido tan dichoso por abarcar tanto conocimiento en tan corto espacio de tiempo, mi tiempo, dueño de mi existencia lo abarco todo, poseo, o como antaño me aclararon, creo poseer una cuestión de relativa importancia.

Soy yo, quien aquí respira, y no es el azar, es simplemente, mi consciencia, mi poder, yo y yo y yo y yo ...

PD: algunos pueden interpretar estas lineas. Comentarme lo que queráis, soy todo ojos...

un saludo desde áfrica

No hay comentarios: