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miércoles, 9 de diciembre de 2009

Acallar la concienca

Acabo de llegar a casa, no sin antes tener uno de esos momentos que yo siempre llamo acalla-conciencas.


Cuando venía, crucé una esquina, y allí, dentro de la zona escaparate de un local, yacía un hombre no pude observar más que el frío de la noche en sus ojos.

Debido a la forma del local que tenía una valla, no pude ver su "equipaje", pero ciertamente mi impactó. Seguí caminando a casa, y lo primero que se me viene a la mente cuando estoy subiendo las escalares es en bajarle una manta que tengo, una de esas que te sobran, y una botella de agua, y puestos, unos euros para mañana para el desayuno.

Al llegar arriba y abrir la puerta un zurriagazo delator, me indicó que por qué directamente no lo subía a casa, que allí dormiría mejor, que en definitiva, si quieres ayudar, no te cubras con una manta una botella y algo de dinero, hazlo a lo grande, para eso, para acallar tu conciencia, mejor, no hagas nada.

Curiosamente, recorrí el pasillo en busca de la manta, busqué un billete de 10 euros en la estantería y la botella de agua que tenía a mano, y bajé.

Cuando el hombre me vió con la manta, creo que no lo entendió, no se si hablaba español o no, me dijo "muchas gracias, muchas gracias", yo le iba dando, a través de la verja, la manta, la botella,..., lo del dinero fue lo que más bloqueado lo dejó.

Tuve la sensación de que no se lo creía.

Le dije que lamentaba no poder hacer más, pero todos sabemos que siempre se puede hacer más.

¿Por qué cuento todo esto?.

La verdad es que no lo sé, tal vez sea porque me avergüenza admitir que soy como todo el mundo, que tal vez quiero acallar mi conciencia por cruzarse en mi camino la pobreza, cuando en realidad ésta está en todas partes, tal vez realmente fui de ayuda, tal vez, simplemente, hoy pude hacer esto por las horas a las que llegué y el lado de la calle que escogi, realmente iba a entrar por el otro lado.

¿y tú qué opinas?

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