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sábado, 19 de diciembre de 2009

A punto de reventar....

Hace unas semanas decidí comprarme una grabadora. No porque me falle la memoria, o porque quiera llevar una agenda diaria de mis innumerables compromisos.

En variadas ocaciones mi espíritu se ve tocado, se apercibe de algo, siente cosas, y rápidamente mi mente las convierte en palabras.

Empiezo diálogos en mi cabeza, con interlocutores inexistentes, relleno vacíos, pongo nombres a las cosas, todo eso no hace más que rosonar y brotan frases, se describen situaciones, se buscan soluciones, alternativas.

Pretendía, con la grabadora, llevar a cabo un cambio, no dejarlo todo en mi cabeza, sacarlo fuera, porque entendía que eso liberaría mi espíritu, me permitiría darle un sentido más amplio a muchas de las cuestiones que confiscan neuronas y más neuronas.

Recuerdo aquella frase de Travolta en Phenomenom, "estoy preñado de ideas", a veces creo que tantas sensaciones, tantas palabras, tantas frases en mi cabeza van a provocarme un colapso.

En alguna ocasión dudo de querer aceptar mi propia naturaleza, a veces me asaltan las dudas, ¿podré con todo esto?, a veces parece que mis fantasmas van a poder conmigo, a veces digo BASTA, a veces, bueno esas veces que todos conocemos buscaría el sueño reparador, ese del que no te levantas ya más, a veces, sólo a veces...

Espero, y deseo poder utilzar más esa maldita grabadora, vaciar esta presa de sensaciones, y dejar espacio a las nuevas. Hay que entender que la vida es como un río, podemos poner cámaras estancas donde queramos en su trayecto, aprovechar el agua para cualquiera de nuestros usos, pero no nos equivoquemos, la vida, pasa, y al igual que el Tajo, antes o después, llegaremos a Lisboa. Llegar es inevitable, pero no es inevitable llegar vacíos, lo que hagas con el agua de tu río es cosa tuya.


¿y tú qué opinas?

1 comentario:

Clo dijo...

Gracias por compartir tantas sensanciones y momentos en Mentes Ajenas. Una vez más demuestras la importancia que tiene lo que a simple vista pueden ser pequeños detalles.
Un beso enorme.

PD: Quedan algunas cosas más que contarte, pero en otro momento.