Arranca el informativo de las nueve de la noche en TVE, la televisión pública española. “Vamos a empezar con la información electoral, que tenemos que hacer en el orden y en el tiempo en que nos manda la junta electoral en función de los resultados que los partidos consiguieron en las últimas elecciones”, asegura la presentadora con cara de circunstancias. Su compañero en plató sentencia: “Algo con lo que no está de acuerdo el consejo de informativos de TVE, que considera que esta información, como cualquier otra, debería hacerse con criterios únicamente periodísticos”. Las primeras imágenes de esa información electoral, con Mariano Rajoy en un mitin en Madrid, incluyen este rótulo en la parte inferior: “Imagen realizada PP”.
Cuando los periodistas pierden el control de la información, cuando no pueden grabar y editar sus propias imágenes y aplicar su criterio en la confección de la noticia, la libertad de expresión no existe. Cuando los políticos secuestran esas noticias, e impiden la libre información, la democracia queda en entredicho.
Los políticos son insaciables. No tienen suficiente con el estrecho contacto que mantienen con los periodistas, esa complicidad a veces excesiva, en ocasiones repugnante. Quieren controlar todo cuanto se piensa o se dice sobre ellos. Solo así se puede entender que amparen esta injerencia en la televisión. Que graben y editen sus propios mítines, y que las cadenas emitan esa propaganda como información. O que no respondan a las preguntas en las ruedas de prensa, convirtiéndolas en pequeños monólogos bastardos. Rajoy, sin ir más lejos, evita las preguntas para no meterse en charcos (Camps, Aznar…).
Pero los políticos no son, cuidado, los únicos responsables de la situación. Los periodistas tienen buena culpa de este deterioro de la libertad de expresión. Los periodistas son cómplices de esta degradación de la calidad de la información. Los periodistas son quienes deben acabar con este intento de someter la democracia a los intereses de los partidos.
¿Que los políticos no quieren responder a las preguntas de los periodistas? Pues habrá que publicar solo esas preguntas a las que no quieren responder. ¿Que los políticos quieren grabar y editar sus propios mítines? Pues tendrán que comérselos con patatas: de esos mítines no se emite ni una imagen. Sobreviviremos sin ellos. ¿Que los políticos están cómodos en los cruces de declaraciones insultantes? Pues habrá que evitar el periodismo de declaraciones insultantes y apostar por el periodismo de verdad. Están en juego la libertad de expresión y la democracia.
Quizá sea tarde. La complicidad entre políticos y periodistas es tan estrecha, sus relaciones son tan íntimas, que se podrían estar transformando en la misma cosa. Se han dado casos de periodistas que se han convertido en jefes de prensa de políticos (y después han vuelto a ejercer de periodistas), no les digo más.
En cualquier caso, ¿Cómo puede un periodista exigir a un político que responda a las preguntas en una rueda de prensa si el día anterior ese mismo político le ha pasado la noticia con la que abre su periódico? Deberíamos intentarlo: #sinpreguntasnocobertura.
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Un motivo para NO ver la televisión
----------------------------- ENGLISH VERSION -------------------------------
hijacked democracy
Start the nine o'clock news the night in TVE, the Spanish public television. "Let's start with election information, we have to do in the order and the time we send the election board in accordance with the results that the parties got in recent elections," said the hostess with the face of circumstances. His partner in the set statement: "One thing you do not agree informative advice from TVE, which considers this information, like any other, should be done only journalistic standards." The first images of that election information, with Mariano Rajoy at a rally in Madrid, including the banner at the bottom: "Image developed PP.
When journalists lose control of information, when they can record and edit their own images and apply its discretion in making the news, freedom of expression does not exist. When politicians hijack the news, and impede the free flow of information, democracy is compromised.
Politicians are insatiable. Do not get enough of their close links with journalists, the complicity sometimes excessive, sometimes disgusting. They want to control everything you think or say about them. Only then can we understand that protect this interference in television. To record and edit their own meetings, and channels that broadcast propaganda and information. Or who do not respond to questions in press conferences, making small monologues bastards. Rajoy, without going any further, avoids questions to stay out of puddles (Camps, Aznar ...).
But politicians are not, care, solely responsible for the situation. Journalists are good because of the deterioration of freedom of expression. The journalists are complicit in this degradation of the quality of information. Journalists are the ones who must end this attempt to bring democracy to the interests of the parties.
What politicians do not want to answer questions from journalists? They have to publish only those questions that do not want to respond. What politicians want to record and edit their own rallies? They will have to eat them with potatoes, these meetings do not issue or an image. Survive without them. What politicians are comfortable at the intersections of insulting remarks? They have to avoid insulting statements journalism and go for real journalism. At stake are the freedom of expression and democracy.
Maybe later. The collusion between politicians and journalists is so close, their relationship is so intimate, that could be transformed into the same thing. There have been cases of journalists who have become heads of political press (and since have returned to practice for journalists), I say no more.
In any case, how can a journalist require a politician to respond to questions at a news conference yesterday if the same policy that has passed the news with which he opens his newspaper? We should try:
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