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domingo, 13 de noviembre de 2011

Se acabó el mendigar....

¿no lo sabías?... fui yo quien llamó a tu puerta. Allí me quedé, esperando, lástima, no estabas. Pasaban los minutos, las horas, y pude verlo todo más claro. No hacía nada positivo mendigando tu tiempo... así que... ¿para qué?... y lo decidí... ahora ya es imparable...casi parace un breve instante de tiempo, pero en realidad es como años....

2 comentarios:

AleGLumiere dijo...

Hay momentos en que uno debe de ser capaz de darse cuenta de hasta dónde llegar. Hay relaciones, ya sean de amistad o amorosas que terminan por darte más momentos de tristeza o enojo, que de felicidad.. cuando es así es el punto perfecto para decir ¡hasta aquí! y decidir que eres más importante tú y tu estado que cualquier cosa. Que si, no niego que cuesta y que duele, pero a la larga es lo mejor.

Me gustó mucho, muy bueno, felicidades. (:

Misionero dijo...

Gracias por tu comentario. Como tú comentas, es duro, es lo mejor, produce, siempre, un momento de gran tristeza.

Pero tras ello, se abre una situación, nueva, apasionante, llena de realidades nuevas, mejores, peores, pero lo más importante, diferentes.

Para mi, este texto representa a todos eso momentos vividos por personas que no quieren dar ese paso y por fin, en un instante, lo dan. Todo un acto valiente, lleno de fuerza, en un solo paso.

Ojalá puede inspirar a muchos a reconocer esas señales y avanzar..... dejando de lado y sobretodo, detrás, todas esas cuestiones que sólo son peso muerto en nuestras alforjas.

Saludos desde África...