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lunes, 28 de enero de 2013

Siempre lo recuerdas al final de la historia.....

..., bueno no siempre, es cierto que a veces ya por el medio se presentan las cuestiones pertinentes.

Quisiera asumir que no hay ningún precio aceptable para rehuir de la situación que se nos presenta.

. La realidad egoista de conservar cerca a una persona, a veces nos aleja de la auténtica única norma que deberíamos conservar a toda costa.

Las personas deben acercarse a nosotros baja nuestras normas, nunca bajo las de ellos.


Nuestra capacidad de ser seres sociales, nuestro egoismo inherente de conservar a ciertas personas cerca, tal vez nuestra propia debilidad de no querer sentirnos solos, y aunque estemos bien roedados, a esa persona en particular, le "toleramos" comportamientos, asumiendo sus necesidades y formas de interacción por encima de las nuestras.

.... ¿Merece la pena este espectáculo de dejadez por lo que podemos conseguir al interaccionar con ese ser humano?

¿No obligamos a todos, a muchos, a algunos, a los cercanos más que sea, a nuestro único mejor amigo a cumplir con nuestras normas de trato?....

De alguna manera o forma, obligamos a alguien en nuestra vida a que nos trate bajo una normas. ¿Por qué no obligamos a todos?.... Dicen que es un tema de confianza, tambien. Que la confianza da asco, y que nos aprovechamos de ella, para tratar de una forma más displicente al cercano. Tambien cuando tenemos un interés egoista, como el de perder a alguien, aceptamos rebajar nuestro nivel de exigencia con las formas, o los canales de comunicación.

Al final de nuestro recorrido, o tal vez en el medio del mismo, nos damos cuenta que ha sido un error rebajar ese nivel, porque es un regalo que estamos haciendo, interesado si, pero no deja de ser un regalo, y puedo asegurar que la otra persona, no lo va a valorar en absoluto. ¿Por qué iba de hacerlo?.....
.... Ni si quiera lo ha pedido, no es una cosa, del estilo, "por favor no me grites que me estreso".... sino que tú le gritas a todo el mundo, pero a mengano no, por el motivo que sea, y mengano ni siquiera te lo ha pedido, puede ser simplemente que te de miedo gritarle a mengano, o que te mande a la mierda si lo haces, o que te grite más, o lo que sea..., lo importante es que en medio de la conversación te vas a dar cuenta que te está quemando por dentro el no gritarle, porque admitámoslo, tú normalmente gritas si te hablan mal, por ejemplo, y ahora ¿qué haces?.... ¿le gritas de repente?... Debiste hacerlo como haces siempre, pero no, con mengano te cortaste y ahora, repito, ¿qué haces?...... Te quedas a medias, rayado por dentro, y no si lo haces lo harías a destiempo, y si no lo haces, te quemaría por dentro. Al final lo terminarás haciendo, ya que es tu forma de ser, o tus reglas, y lo harás a destiempo y no sabrán como tratarte.....

He puesto un mal ejemplo, porque no se trata de que tengas razón o no, la cosa está en que si tú eres de una manera con todo el mundo, si tienes una forma de reaccionar ante las cosas, ante las cosas de las personas, no hagas mucha distinciones a la hora de aplicar tus normas. Mejor dicho, ninguna. No dejes que nadie trate contigo sin que eso se lleva a cabo. Si lo haces, acepta las consecuencias.

He de admitir que a veces no queda más remedio. Que esas sean las únicas. Las de tu elección has de sacarlas de la partida....

¿No crees>



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