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viernes, 7 de septiembre de 2007

Parada en una gasolinera

Todo el mundo quisiera ser más de lo qué es,
pero no pueden serlo.
Quisieran ser monstruos, quisieran dar miedo,
ocultando en la oscuridad de la noche,
su propia debilidad, su reproche.
Eternidad deseada, para qué tenerla,
si todo a tu alrededor desaparece,
para que buscarla,
si con quien la compartes muere.
Sustituyes a éstos por otros, pero
tambien perecen.
Te quedas solo, y quisieras morir.
Llamas a la parca,
pero ya no te puedes redimir.
Vive con ello, sé lo que eres,
dueño, y señor de reyes,
de los que mandan en tu cuerpo,
no dudes de tu fuerza,mira hacia delante,
escucha lo que digo y revive tu semblante.
No pares, lo sabes, sabes como hacerlo
sin escuchar a nadie animarte.

domingo, 2 de septiembre de 2007

Eres lo que haces, no lo que piensas

A menudo me he encontrado, con que aunque digas las cosas de manera franca y ordenada. Hables de tu pasado para ilustrar por qué eres como eres, de cómo has llegado a pensar como piensas, y el por qué de tus actuaciones, fracasa la idea de que realmente te conozcan.

Una vez me comentaron, que nada más empezar a hablar ya estoy dando a entender "soy así", me decían que no doy tiempo para que ellos lo vieran. Algo así, como acortar el proceso, o para que no se llevaran a error, al poder mal interpretar alguna de mis actuaciones o situaciones o palabras.

Es sorprendente que a pesar de dar esa impresión, de que hablo como soy, y que no espero a que la gente me conozca y puedan comprobarlo, que a pesar de todo esto, sigo encontrándome con la típica situación del "malentendido".

Entiendo que estas situaciones son totalmente normales dentro de una sociedad en la que te hace falta una vida para conocer a las personas, y aun así, tienes problemas, ya que muchos intereses, imperfecciones, intimidades, están ocultas, las personas se cierran en banda si les han hecho daño. Por todo esto, es lógico que se den dichos malentendidos.

Si la sociedad no fuera tan "imperfecta", o menos "inconexa", se solucionarían hablando, compartiendo de dónde salió la idea original y por qué se mal interpretó.

Como decía, a pesar de todo esto, siguen apareciendo en mi camino, personas a las que muestro lo que soy, lo que hago y por qué lo hago, pero no, no es suficiente, "el/los malentendido/s" siguen existiendo.

Sinceramente, me duele, que mostrando toda esa información, se sigan malinterpretando mis posibles intenciones, o mis pensamientos en base a las acciones que ejecuto.

En definitiva, no importa lo que pienses, si no lo que hagas, de ahí te juzgarán.

De todas formas, pienso seguir adelante y lo lamento por los que dejo a un lado en mi camino, porque, en parte, por el malestar que se produce, ni ellos ni yo queremos repetir y mantener el contacto.

Un consejo de un misionero, si crees algo de alguien y ese alguien te importa y no te gusta lo que crees, pregúntale, no le juzgues, pregúntale antes, déjale que te explique qué quería decir, si te convence pues perfecto, sino, pues nada, pero ese momento de comunicación, abierta y sincera, será un gran paso en tu capacidad para entender mejor a las personas que te rodean.

¿y tú qué opinas?

un saludo desde áfrica