Buscar este blog

sábado, 19 de diciembre de 2009

Una señora se cruza en mi camino un viejo recuerdo aparece

Antes de acostarme, quería hablar de una de esas cosas, que hacen que eche de menos me mi grabadora.

Estoy llevando a cabo cambios en mi vida, proyectos, ideas, un futuro lleno de nuevos momentos me aguarda.

Hoy venía de hacer una compra rápida. Ya sabes, estas cosas que te hacen falta y vas sólamente a por ellas. Entre ellas unos plátanos.

Venía con mi aire taciturno, algo habitual en mi, con mis cosas en la cabeza, mis planes, y de repente mi mirada se desvió a la izquierda, una de estas puertas que no suele estar abierta, o que yo, por lo menos, nunca me había dado cuenta de que algo podría haber allí dentro.

La acera está rodeada de casas de todas las alturas, pero esa manzana son especialmente viejas compuestas de bajo, o como máximo una altura. Un antiguo ultramarinos, no tuve tiempo de mirar mucho, ya que dos zancadas y ya te salías del umbral, pero aunque allí no me detuve, mi mente, o un trozo de ella, se ha allí, dominada por aquella escena.

Como decía, antiguo ultramarinos, y pequeño, y a lo sumo 4 cosas, pero mi vista se fijó en dos cosas. Primera la doña que estaba tras el mostrador, una doña ya mayor, bien entrada en sus años, con cara enjuta, llena de arrugas, por decír, no se, 80 años. Segunda unos plátanos que había sobre el mostrador.

Cuánto me ha hecho pensar esa señora y esos plátanos, y cuánto me han hecho sentir mis pensamientos, o ¿habrá sido al contrario?. En muchas ocasiones ya no le doy importancia, porque al final ¿qué importa?.

La doña estaba allí, un sábado por la tarde, cerca de las 7, desconozco que tipo de vida lleva, que ideas tiene, su futuro más cercano, que le preocupa, por qué estaba allí, si la tienda era suya, si no lo era, si tendrá familia, a alguien le importa, tendrá su pensión, alguien ha entrado hoy a comprar algo.

Yo podría haber comprado mis plátanos allí, ¿por qué compro en un gran supermercado?.

Me entró tal sensación de pena, todas mis preguntas sobre su vida, no tenían respuesta, y su imagen no me hacía presuponer nada bueno. Ella, seguramente, tenía ese negocio desde hace mucho tiempo, tal vez más del que yo llevo en esta tierra, y ahora, al final de su camino, no sabía o no quería o sabe dios que, hacer otra cosa.

Tal vez no había hablado con nadie en todo el día, tal vez ya no abrigaba esperanzas, para ella, la clientela ya hace mucho tiempo que se fue, pero ¿qué iba a hacer?, pues seguir abriendo su ultramarinos, malo será que algún vecino de su quinta no siga comprando su mantequilla casera.

Yo, podía haber comprado aquellos plátanos. No es que necesitara más, pero mi vista se quedó fijada en ellos, pude haber entrado, dar marcha atrás, y decirle, me los llevo, pero no lo hice.

Al entrar hubiera saboreado algo más de todo aquella atmósfera, y tal vez hubiera rellenado correctamente los huecos.

Pero no lo hice.

Me hizo recordar a aquel par de mecánicos, que allá por 1987, aun seguian regentando su taller de cambios de aceite. Taller de Franco y ..., no recuerdo ya, pero sus caras no las podré olvidar. Yo pasaba por su vera todos los días, de lunes a viernes de vuelta a casa, del colegio, nunca, en los dos años y pico que mi vida se cruzaba con la suya, nunca vi un coche dentro de ese taller. Supongo que uno de ellos era el tal Franco, tal vez llevaban juntos toda su vida como profesionales, su taller, siempre vacío, ellos con la mirada hacia la calle, me parecía que pedían a gritos, entren, entren, somos buenos, llevamos toda la vida con esto. Lo que no os he contado es que Franco y el otro, andarían de aquella por los 70 o más años, por lo menos esa era su apariencia externa, ancianos ancianos.

¿por qué no entraba nadie?, es que no confiaban ya en ellos, cómo se sentirían, cómo matarían el tiempo, qué significaría para ellos la vida, el levantarse, por qué luchar, para qué mantenerse en pie.

Supongo que se tendrían el uno al otro. Todo aquello ha desaparecido ya, doy por hecho que estarán muertos. Descansen en Paz.

¿y tú qué opinas?

A punto de reventar....

Hace unas semanas decidí comprarme una grabadora. No porque me falle la memoria, o porque quiera llevar una agenda diaria de mis innumerables compromisos.

En variadas ocaciones mi espíritu se ve tocado, se apercibe de algo, siente cosas, y rápidamente mi mente las convierte en palabras.

Empiezo diálogos en mi cabeza, con interlocutores inexistentes, relleno vacíos, pongo nombres a las cosas, todo eso no hace más que rosonar y brotan frases, se describen situaciones, se buscan soluciones, alternativas.

Pretendía, con la grabadora, llevar a cabo un cambio, no dejarlo todo en mi cabeza, sacarlo fuera, porque entendía que eso liberaría mi espíritu, me permitiría darle un sentido más amplio a muchas de las cuestiones que confiscan neuronas y más neuronas.

Recuerdo aquella frase de Travolta en Phenomenom, "estoy preñado de ideas", a veces creo que tantas sensaciones, tantas palabras, tantas frases en mi cabeza van a provocarme un colapso.

En alguna ocasión dudo de querer aceptar mi propia naturaleza, a veces me asaltan las dudas, ¿podré con todo esto?, a veces parece que mis fantasmas van a poder conmigo, a veces digo BASTA, a veces, bueno esas veces que todos conocemos buscaría el sueño reparador, ese del que no te levantas ya más, a veces, sólo a veces...

Espero, y deseo poder utilzar más esa maldita grabadora, vaciar esta presa de sensaciones, y dejar espacio a las nuevas. Hay que entender que la vida es como un río, podemos poner cámaras estancas donde queramos en su trayecto, aprovechar el agua para cualquiera de nuestros usos, pero no nos equivoquemos, la vida, pasa, y al igual que el Tajo, antes o después, llegaremos a Lisboa. Llegar es inevitable, pero no es inevitable llegar vacíos, lo que hagas con el agua de tu río es cosa tuya.


¿y tú qué opinas?

jueves, 17 de diciembre de 2009

De nuevo en la brecha.....

....siguiendo un soneto de esos tan conocido.

Aquí, con un tema relacionado con las quemaduras.Cansado, pero, como siempre con la mente activa, y de lleno en la materia. Bueno, no tan de lleno, pero no se lo digáis a nadie.

Aquí, solo, y extrañamente necesitado de compartilo con alguien. ¿Hay Alguien?...

Encantamientos, estoy practicando...suena en mis altavoces.

...seguiré con mis obligaciones. Hay varias, pero estoy en ello.

Espero sentirme orgulloso, recordemos el plan 90.

¿y tú qué opinas?

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Se dice se comenta....

Casi las 4 de la madrugada. Qué fácil es para este servidor poder sentirse activo por la noche. No digamos ya mantener la cabeza, los pensamientos bajo una misma dirección, como si a esta hora, las cosas, situaciones, fueran mucho más fáciles de ver, de aprender, de objetivizar, diría que yo soy la noche de mis pensamientos.

Realmente, en dos o tres minutos máximo, me habré hundido entre mis sábanas.

¿qué querría decir? ¿qué epitafio comentar? ¿qué nota para sellar mi boca, y poner rumbo hacia mis sueños?

No será hoy cuando termine, no será hoy cuando pueda creer en ello, no será hoy, todavía cuando haya saboreado el momento, no será hoy cuando viendo más allá de lo que soy, pueda decir ya no más.

A veces, pensando, me digo, upsss, ahora no lo recuerdo, creo que ya empieza a hacer efecto esa hormona adormecedora, vaya, llega con un poco de retraso, 5 minutos para las 4.

¿qué será de todo dentro de unos meses?, digamos dentro de 90 días.

Plan 90, porras, parece un plan de adelgazamiento, y sí, tal vez, dieta de ideas como decía el profesor Nash en Una mente Maravillosa.

El doble de días que el de 40 días y 40 noches. Aunque no por tal "noble" causa.

Bueno a tres minutos para las 4, ni las teclas logro atinar, me paso más rato borrando que escribiendo.

¡MALOSERÁ!

martes, 15 de diciembre de 2009

Ha llegado el anochecer...

Más o menos a esta hora, llega a mis oidos el anochecer, ese que cada día, a cierta hora, cada vez más tarde arrabata la luz a nuestro mundo. Adormece las conciencias y nos prepara para los brazos, incansables, de Morfeo.

Todos llegamos a disfrutar de ese momento, y si disfrutar, en alguna ocasión, no es la palabra más adecuada, porque se parece a pasarlo bien, a regocijarse, pues digamos que bienvenido sea, porque he llegado a él, otros, se quedaron en el camino.

Cuando utilizas toda tu mente para, digamos, apostar por anocheceres en tu vida, es porque sabes que después, llegará la noche, esa en la que a oscuras te sientes tan cómodo, disfrutas de la soledad del silencio, todos duermen ajenos a tu historia personal, sólo tú pareces estar en el mundo.

Además, según pasan las horas, tambien uno se deposita en la cálida protección de sus mantas, disfruta, (una vez más), de esa posición, horizontal, por supuesto, dónde llegamos a la antesala de nuestro mundo totalmente particular.

Ante todo, y lo más importante, es que pasado ese tiempo de recuperación, esos momentos donde nuestro cuerpo aturdido, dolido, lleno de sensaciones y sentimientos, cura sus heridas, los sueños nos aparecen para dar sentido a nuestras preocupaciones, hacer real lo importante y mitigar nuestra agonía.

Llega la mañana, la luz, el despertar, ligeros, fuertes, comos si todo hubiera sido "un sueño". Qué curiosa sensación el desperezarse, ¿realmente ocurrió?. Cuando nos encontramos mirando por la ventana como, de nuevo, todo empieza a moverse, incluso aquello que se detuvo en su momento, al final estamos otra vez aquí, y como diríamos en una barra de bar, "otra ronda...", o si fuéramos protagonistas de Casablanca, "Tócala otra vez Sam".

Amanece de nuevo, el sol baña mi cara, recordándome que la noche ya pasó, y que todo me espera delante, sólo tengo que...

...desayunar, primero.

¿y tú qué opinas?

domingo, 13 de diciembre de 2009

Embadurnado de capas y capas y capas

En breve habrá que pensar en divisar las hondanadas de mi almohada. Nadie sabe por qué pero este suele ser un paso que me cuesta dar, especialmente en días con la mente despierta y ganas de dejar huella e impactar.

Hoy no es de esos días. Me duele la garganta, el cansancio se hace notar y, por si fuera poco, mañana tengo una mañana colmada de papeleos y trámites burocráticos que necesitan ser atendidos con la premura adecuada.

Solicitudes, firmas, escritos, copias, burofax, sellados, etc, etc, ...

¿Qué puedo decir?, atiendo razones que la mente no alcanza a abarcar, ja ja ja ja, supongamos por un momento, que pudieramos extrapolarnos, dejando de lado nuestra vida, ponernos en la vida de otro, vivir, aunque sólo sea por un día, su continuo devenir.

Sería, entonces, cuando realmente valoraríamos nuestra vida, nuestras posesiones, nuestras deudas, nuestro caminar, nuestro dolor, nuestra causa. Estoy seguro que ante todo lo haríamos por lo acostumbrados que estamos a nosotros mismos y lo letal que sería para nuestra conciencia vivir en el pellejo de otro.

Existen en el cine varias películas que rozan ese tema cuando el padre se convierte en el hijo y viceversa. Se me viene a la mente ahora, una de Kirk Cameron, ay, mi memoria, he de admitir que a veces no trabaja como yo querría.

Cualquiera que me conozca, mínimamente, sabe que yo por encima de todo avalaré siempre la frase de aquella película de Tom Cruise, Jerry Maguire, en la que se terminaba diciendo.

"Amo mi vida",

...y nunca mejor dicho. No querría estar en ningún otro lugar, mi proceso es mío y he de pasarlo, mis pasos han de ser andados, y no por otra alma ni otro ente, ni con atajos, ni con trucos, he de llegar a donde me he propuesto, y serlo me nombrará "yo", y hacerlo me generará "yo", y allí, en aquella cumbre, mirando desde arriba todo lo que me ha llevado llegar hasta ese punto, hasta ese exacto lugar, diré, o mejor dicho pensaré, no, mejor puntualicemos, sentiré "una vez más sólo tú podías estar en este lugar".

No os propongáis ser otras personas, no echéis de menos la seguridad que os proporcionan ciertas imágenes, cuando miramos para otros y vemos su camino, sólo podemos atisbar, con mucha, mucha imaginación, a dónde les puede llevar, pero nunca, lo que les ha costado llegar allí.

Como le dijeron a Arnold, en Desafío Total, "un hombre se define por sus actos, no por sus recuerdos".

Como le dijeron a Harry Potter, "no son nuestras habilidades las que nos dicen quienes somos, sino nuestras decisiones"

Como digo yo,

"Todo empieza en mi, y acaba en mi"

A veces hay que poner una nota de humor

Me han pasado este video, y me he visto obligado a compartirlo con muchos de vosotros que seguro que no lo habéis visto.

A veces, con humor, se aproxima uno mejor a la realidad. Sr. Godoy, debió ponernos este video en su charla, al menos nos hubiéramos reido un rato.