En breve habrá que pensar en divisar las hondanadas de mi almohada. Nadie sabe por qué pero este suele ser un paso que me cuesta dar, especialmente en días con la mente despierta y ganas de dejar huella e impactar.
Hoy no es de esos días. Me duele la garganta, el cansancio se hace notar y, por si fuera poco, mañana tengo una mañana colmada de papeleos y trámites burocráticos que necesitan ser atendidos con la premura adecuada.
Solicitudes, firmas, escritos, copias, burofax, sellados, etc, etc, ...
¿Qué puedo decir?, atiendo razones que la mente no alcanza a abarcar, ja ja ja ja, supongamos por un momento, que pudieramos extrapolarnos, dejando de lado nuestra vida, ponernos en la vida de otro, vivir, aunque sólo sea por un día, su continuo devenir.
Sería, entonces, cuando realmente valoraríamos nuestra vida, nuestras posesiones, nuestras deudas, nuestro caminar, nuestro dolor, nuestra causa. Estoy seguro que ante todo lo haríamos por lo acostumbrados que estamos a nosotros mismos y lo letal que sería para nuestra conciencia vivir en el pellejo de otro.
Existen en el cine varias películas que rozan ese tema cuando el padre se convierte en el hijo y viceversa. Se me viene a la mente ahora, una de Kirk Cameron, ay, mi memoria, he de admitir que a veces no trabaja como yo querría.
Cualquiera que me conozca, mínimamente, sabe que yo por encima de todo avalaré siempre la frase de aquella película de Tom Cruise, Jerry Maguire, en la que se terminaba diciendo.
"Amo mi vida",
...y nunca mejor dicho. No querría estar en ningún otro lugar, mi proceso es mío y he de pasarlo, mis pasos han de ser andados, y no por otra alma ni otro ente, ni con atajos, ni con trucos, he de llegar a donde me he propuesto, y serlo me nombrará "yo", y hacerlo me generará "yo", y allí, en aquella cumbre, mirando desde arriba todo lo que me ha llevado llegar hasta ese punto, hasta ese exacto lugar, diré, o mejor dicho pensaré, no, mejor puntualicemos, sentiré "una vez más sólo tú podías estar en este lugar".
No os propongáis ser otras personas, no echéis de menos la seguridad que os proporcionan ciertas imágenes, cuando miramos para otros y vemos su camino, sólo podemos atisbar, con mucha, mucha imaginación, a dónde les puede llevar, pero nunca, lo que les ha costado llegar allí.
Como le dijeron a Arnold, en Desafío Total, "un hombre se define por sus actos, no por sus recuerdos".
Como le dijeron a Harry Potter, "no son nuestras habilidades las que nos dicen quienes somos, sino nuestras decisiones"
Como digo yo,
"Todo empieza en mi, y acaba en mi"
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