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sábado, 1 de enero de 2011

Copiar-Pegar. Un año de cine mediocre. Daniel Martín

Una vez más os dejo una reflexión de Daniel Martín.


2010, en lo cinematográfico, ha vivido a la sombra de “Avatar“, película que se estrenó a finales de 2009. La nueva aventura comercial de James Cameron, con su fabulosa estética y su inmejorable técnica, ha cambiado para siempre el mundo del séptimo arte, sobre todo por la incorporación definitiva del 3D, elemento que, para bien, ha vuelto a llenar salas, y que, para mal, viste de oropel lo que apenas tiene brillo. “Avatar”, como en su día “Titanic“, triunfó a pesar de su guión trivial, por no decir pésimo.

Quizás el brillo de Cameron haya perjudicado a otras películas que, no obstante, también han abierto nuevos caminos. Algunas de manera tan hipnóticamente confusa como “Origen”, donde Christopher Nolan volvió a demostrar que es uno de los grandes directores del futuro. También “Kick ass”, de modo más modesto y gamberro, se encuentra entre los filmes originales que han evitado que 2010 sea un año de desastre artístico absoluto.

Junto a las citadas, habría que recordar “El libro de Eli”, la enésima parte de “Resident Evil” –sin grandes alardes, la saga borda las escenas de acción–, “Acantilado rojo”, “Machete” y, sobre todo, “Action Man 2″ como los mejores filmes comerciales del año. Sólo ellos, sin contar, claro está, el cine de animación, han conseguido crear afición a la vez que han respetado mínimamente las reglas de corrección de la cinematografía.

Junto a ellas, películas un tanto más elevadas, como “La red social“, “Up in the air”, la “Invictus” del incombustible Clint Eastwwoody “En tierra hostil”, que triunfó en los Oscar a pesar de ser más un documental que una obra de ficción, en ningún caso obras maestras, pero sí muy interesantes en todos los terrenos.

Haciendo un repaso al resto de los estrenos del año, nos encontramos con cantidad de películas mucho más que mediocres: “Sherlock Holmes”, “El retrato de Dorian Gray”, “The road” o “El equipo A” han bebido de fuentes externas para vender muchas entradas y decepcionar a muchos espectadores; remakes como “Karate Kid” o enésimos episodios como los de Harry Potter, Narnia o “Crepúsculo” muestran el declive de una industria que, después de abandonar el guión y la tensión y el ritmo dramáticos, no deja de dar excusas a los que prefieren bajarse cosas de internet que ir a una sala del cine; cosa que ocurre hasta cuando algunas producciones, como “El príncipe de Persia” o “Furia de titanes”, se han refugiado en el camino tridimensional abierto por “Avatar”; a veces, como en “Salt” o “Un ciudadano ejemplar”, uno llegaba a entretenerse; pero lo habitual, como en “Skyline”, “Los mercenarios” o en comedias como “Noche loca”, “Sexo en Nueva York 2”, la esperemos última parte de “Shrek” o “Niños grandes”, es que las cosas fueran rematadamente malas.

Dentro de este clima de mediocridad, resulta revelador que las últimas entregas de Ridley Scott (“Robin Hood”), Roman Polanski (“The ghost writer”), Martin Scorsese (“Shutter island”) o Tim Burton (“Alicia en el país de las maravillas”) también sean bastante malas. Hasta los viejos maestros andan desnortados en esto que parecían dominar.

En cuanto al cine español, ha habido de todo. Destacan sobremanera los fiascos de “Pájaros de papel” y “El gran Vázquez”, el éxito de dos películas bien realizadas, “Lope” y “Balada triste de trompeta”, y la abrupta irrupción a nivel internacional de “Buried”, realizada con dos duros y mucho talento. La mejor noticia para nuestra inexistente industria es que los grandes éxitos comerciales –“Tensión sexual no resuelta”, “Los ojos de Julia” y “Tres metros sobre el cielo” – se han producido al margen de la mafia corporativista que parte y reparte el suculento pastel de las subvenciones. ¿Estamos ante un giro definitivo de nuestros modos de hacer cine?

Dejo para el final la que a mi entender es la mejor película del año: “Toy Story 3”. Con o sin 3D. Pixar es el gran referente del cine actual porque, como ya escribí hace unas semanas, respeta por encima de todo la calidad del guión. Por si fuera poco, hace comedias; para mayores, aunque a los niños también les gusten. La tercera entrega de las aventuras de Buzz Lightyear y Woody ha sido mi mayor satisfacción de 2010. Aparte, me reí muchísimo con “Gru, mi villano favorito”.

Supongo que el dominio de los dibujos sobre los artistas de carne y hueso, la implantación de nuevas técnicas como el 3D y la irrupción del mundo de los sueños en “Origen” crean una auténtica realidad virtual. Que, después de todo, era lo que pretendían aquellos pioneros que convirtieron el cine en el mayor espectáculo de masas de todos los tiempos.




Enlace original del texto



Periódico digital La república

y como siempre digo, ¿y tú qué opinas?.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Copiar-Pegar: Internet y desparrame

Un texto de Arturo Pérez Reverte que me acaban de pasar.


Saludos desde África.


Internet y desparrame
29/11/2010 ARTURO PÉREZ REVERTE.



Me sorprenden algunos amigos lectores porque, tras diecisiete años escribiendo ajustes de cuentas semanales -que para mi salud mental como español resultan de lo más higiénico-, hace poco se montara un pifostio en torno a cierto comentario mío, hecho en un humilde rincón de la red social Twitter, sobre la opinión personal y razonada que tengo de la gestión política de cierto ministro pasado a peor vida (apuntemos, de paso, que según la 22ª edición del diccionario de la RAE y en la quinta acepción del palabro, un mierda -escrito con artículo masculino- significa, literalmente, persona sin cualidades y méritos). Como digo, se extrañan esos amigos de que en todos estos largos y tormentosos años nunca se montara cisco semejante, pese a que, como certificarán los responsables de XLSemanal, algunos de sus cabellos encanecidos se deben a esta página pecadora; en la que, aparte disgustos empresariales con anunciantes y poderes más o menos fácticos, el teléfono y el correo tuvieron momentos de gloria, lo mismo en tiempos de la España prepotente, meapilas, ladrillera y cañí del amigo Ánsar, que cuando no hace mucho comenté los sentimientos que la vista del palacio de las Cortes despierta en mi espíritu, o cuando dediqué un artículo -Permitidme tutearos, imbéciles- a la política educativa española de los hunos y los hotros: esa casta política demagoga y oportunista que ha conseguido hacernos analfabetos en diecisiete libros de texto y cuatro idiomas distintos, sin contar el bable asturiano y la fabla aragonesa. Ni siquiera llegó a tanto cuando, gobernando el Pepé, glosé en términos contundentes -dos sustantivos con preposición en medio- la figura de Pío XII, el papa entrañable que se hacía fotos místicas con un pajarito posado en un dedo mientras los nazifascistas deportaban y gaseaban a cientos de miles de judíos bajo sus pastorales narices. Dense ustedes una vuelta por el gueto judío de Roma, por ejemplo, que todavía está allí. Miren las placas conmemorativas y sabrán a qué me refiero.

La respuesta a por qué en esos y otros casos el desparrame no llegó a tanto, mientras que en éste varios ministros -en su acepción genérica de hombres y mujeres que ocupan el cargo- me concedieron el privilegio de pronunciar mi nombre en los telediarios, es lamentablemente obvia: Internet, las redes sociales y la obligada simplificación de muchos de sus mensajes, se caracterizan por la potente difusión, el acceso indiscriminado y la fácil superficialidad. Cualquier mensaje puesto allí puede rebotarse millones de veces con extrema rapidez. Además, todo usuario, desde la lúcida mente científica hasta el cretino más tarado que imaginar podamos, tiene a mano expresar su opinión en Internet bajo nombre real o fingido, con la simplicidad de darle a una tecla y la impunidad opcional del anonimato. Con el incierto resultado de que lo mismo valen estadísticamente las opiniones del escritor y caballero Mario Vargas Llosa, del profesor Gregorio Salvador o del científico y académico José Manuel Sánchez Ron, que las de cualquier tiñalpa analfabeto y con seudónimo que decida asomarse a la red.

Pero la causa principal, en mi opinión, es la superficialidad. Una característica de Internet es que ahí todos corremos el riesgo de opinar, basándonos en frases leídas al azar, fuera de contexto, o en mensajes mil veces rebotados y que se deforman y desnaturalizan por el camino, sobre cuanto la amistad, el entusiasmo, el rencor, la ideología, la simple estupidez, hacen decir a unos tras leer de otros lo que, a su vez, éstos aseguran que alguien dijo. Luego, ese despelote salta a ciertos medios informativos siempre ávidos de titulares, de etiquetas fáciles y de agua a su molino; notoriamente, en esta triste, cobarde y demagógica España, donde tantos paniaguados rascatertulias a sueldo de sus amos, de ésos que nunca pierden ningún tren porque corren delante de cualquier locomotora, se ganan el jornal. De tal modo, una maraña de información insustancial, hecha de comentarios inexactos, cuando no falsos o malintencionados, acaba suplantando el hecho real y los argumentos originales. Y al cabo es lo que queda. Permítanme un caso propio: hace poco publiqué en esta página un artículo titulado Notario del horror. A las veinticuatro horas, en un lugar de Internet, una sucesión de usuarios estaba poniéndome a parir por recomendar las memorias de un secretario judicial de Burgos, nada menos que capital rebelde durante la Guerra Civil. Por darle coba a un represor fascista. Hasta que otros internautas, que sí habían leído el artículo, les aclararon que el tal secretario judicial era de izquierdas y narraba las ejecuciones masivas de republicanos en aquella ciudad. Y que llamarme asalariado del Pepé, facha y nostálgico del franquismo por alabar ese libro, resultaba, cuando menos, inexacto.



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I am surprised by some fellow readers because, after seventeen years of writing weekly showdowns, which to my mental health and Spanish are the most hygienic, recently rode a pifostio around a comment of mine, made in a humble corner of the Twitter social network on personal opinion and reasoned that I have of the political management of a minister come to worst life (notes, in passing, that as the 22 th edition of the dictionary of the RAE and the fifth meaning of the word, shit - male-written article literally means person without qualities and merits). As I say, those friends are surprised that in all these long and stormy years like never ride cisco, although, as certified XLSemanal responsible for some of his hair graying is due to this page sinful, in which, apart business trouble with advertisers and powers more or less factual, phone and mail had moments of glory, even in times of Spain arrogant, meapilas, brick and Ansar cañí friend, when told not long ago in view the feelings Palace of the Parliament aroused in my mind, or when I dedicated an article "Let tutear, imbeciles, the Spanish educational policy of the Huns and hotra: the demagogic and opportunistic political caste that has gotten us illiterate in seventeen books and four different languages, not counting the likely Fabla Asturian and Aragonese. Never even so much when running the Pepe, glossed in stark terms-two nouns with prepositions in half-figure of Pius XII, the pope who took pictures beloved mystic with a bird perched on a finger while the Nazi-fascist deported and gassed hundreds of thousands of Jews under their noses pastoral. Give you a tour of the Jewish ghetto in Rome, for example, which is still there. Look at the plaques and know what I mean.

The answer to why these and other cases did not scatter much, while he ministers, in its generic sense of men and women in the office, I was granted the privilege of pronouncing my name in television news is sadly obvious: Internet, social networks and the necessary simplification of many of its messages, are characterized by strong diffusion, indiscriminate access and easy superficiality. Any message posted there, you can bounce off millions of times very quickly. In addition, any user, from the lucid scientific mind to the more geeky moron who can imagine, have on hand to express their views on the Internet at real or fake name, with the simplicity of giving a key and optional impunity of anonymity. With the uncertain result of the same worth statistically the views of the writer Mario Vargas Llosa and gentleman, teacher or scientist Gregorio Salvador and José Manuel Sánchez Ron academic, than any tiñalpa pseudonym illiterate and decides to look out the network.

But the main cause, in my opinion, is superficiality. A feature of the Internet is that there all run the risk of an opinion, based on random sentences read out of context, or a thousand times bounced messages and deform and distort the way, about how the friendship, enthusiasm, hatred, ideology, simple stupidity, they say to each other after reading which, in turn, they say that someone said. Later that mess jumps to certain media always eager for the headlines, easy and cloud water to its mill, well, in this sad, cowardly and demagogic Spain, where many rascatertulias henchmen in the pay of their masters, of those who never lose no trains because they run ahead of any locomotive, the wages are earned. Thus, a web of pointless information, inaccurate comment made, if not false or malicious, just supplanting the real and original arguments. And after all is what is left. Let a proper case, recently published on this page an article entitled Notary horror. Twenty-four hours in an Internet site, a succession of users was getting to give birth to recommend the memoirs of a clerk of Burgos, nothing less than rebel capital during the Civil War. Coba for giving a fascist oppressor. Until other Internet users, who themselves had read the article, I explained that the clerk was just left and told of mass executions of Republicans in that city. And call me Pepe salaried, Franco fascist and nostalgic for praising this book, it was at least inaccurate.

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Web oficial de Arturo Perez-Reverte

-------------------------version franÇaise-------------------------------

Je suis surpris par certains lecteurs collègues parce que, après dix-sept ans d'écriture abattages hebdomadaires, ce qui pour ma santé mentale et l'espagnol sont les plus hygiéniques, a récemment monté un pifostio autour d'un commentaire de la mine, fait dans un coin de l'humble Twitter réseau social sur l'opinion personnelle et motivé que j'ai de la gestion politique d'un ministre venu de vie défavorables (notes, en passant, que l'édition 22 e du dictionnaire de la RAE et le sens cinquième de la parole, de la merde - article masculine écrite signifie littéralement personne sans qualités et les mérites). Comme je le disais, ces amis sont surpris de constater que dans toutes ces longues années et orageux comme jamais rouler cisco, bien que, tel que certifié XLSemanal responsables de certains de ses cheveux grisonnants est due à cette page pécheur, qui, en dehors problèmes d'affaires avec des annonceurs et des pouvoirs plus ou moins factuelle, téléphone et mail eu des moments de gloire, même en temps de arrogante Espagne, meapilas, la brique et Ansar cañi ami, quand on lui dit pas si longtemps, en raison des sentiments Palais du Parlement a suscité dans mon esprit, ou quand je consacre un article intitulé «Let tutear, imbéciles, la politique espagnole d'enseignement des Huns et hotra: la caste politique démagogique et opportuniste qui a obtenu nous analphabètes dans dix-sept livres et quatre langues différentes, sans compter le risque fabla des Asturies et d'Aragon. Jamais encore autant lors de l'exécution du Pepe, glosé en termes Stark-deux noms avec des prépositions en demi-figure de Pie XII, le pape qui a pris des photos mystique bien-aimée avec un oiseau perché sur un doigt tandis que le nazi-fasciste déportés et gazés des centaines de milliers de Juifs sous leur nez pastorale. Donnez-vous un tour du ghetto juif de Rome, par exemple, qui est toujours là. Regardez les plaques et de savoir ce que je veux dire.

La réponse à ces cas et pourquoi d'autres ne se dispersent pas beaucoup, alors qu'il ministres, dans son sens générique des hommes et des femmes dans le bureau, on m'a accordé le privilège de prononcer mon nom dans les nouvelles télévisées est malheureusement évident: Internet, réseaux sociaux et la nécessaire simplification de beaucoup de ses messages, sont caractérisés par une forte diffusion, l'accès sans discrimination et de la superficialité facile. Tout message posté là, vous pouvez rebondir sur des millions de fois très rapidement. En outre, n'importe quel utilisateur, de l'esprit lucide scientifiques pour le crétin plus geek qui peut imaginer, avoir sous la main pour exprimer leur point de vue sur Internet à vrai ou faux nom, avec la simplicité de donner une impunité clés et facultatifs de l'anonymat. Avec le résultat incertain de la même valeur statistiquement les vues de l'écrivain Mario Vargas Llosa et messieurs, enseignant ou chercheur Gregorio Salvador et José Manuel Sánchez Ron universitaires, que n'importe quel pseudonyme tiñalpa analphabètes et décide de chercher sur le réseau.

Mais la cause principale, à mon avis, est la superficialité. Une caractéristique d'Internet est qu'il y courons tous le risque d'un avis, fondé sur les peines de lecture aléatoire hors contexte, ou mille fois les messages renvoyés et se déformer et à fausser la façon dont, sur la façon dont l'amitié, d'enthousiasme, la haine, l'idéologie, la bêtise simple, disent-ils les uns aux autres après la lecture qui, à leur tour, ils disent que quelqu'un l'a dit. Plus tard, ce désordre sauts à certains médias toujours avides de gros titres de l'eau, facile et de nuages à son moulin, et, dans ce triste, lâche et démagogique Espagne, où de nombreux hommes de main rascatertulias à la solde de leurs maîtres, de ceux qui ne perdent jamais pas de trains parce qu'ils vont à l'avance de toute locomotive, les salaires ont été gagnés. Ainsi, un réseau d'information inutile, un commentaire inexactes, sinon fausses ou malveillantes, il suffit de se substituer aux arguments réels et original. Et après tout est ce qui reste. Laissez un cas approprié, a récemment publié sur cette page un article intitulé horreur notaire. Vingt-quatre heures dans un site Internet, une succession d'utilisateurs devenait pour donner naissance à recommander les mémoires d'un greffier de Burgos, rien de moins que capitale des rebelles pendant la guerre civile. Coba pour donner un oppresseur fasciste. Jusqu'à ce que d'autres internautes, qui avaient eux-mêmes lire l'article, j'ai expliqué que le greffier vient de gauche et dit des exécutions en masse de républicains dans cette ville. Et appelez-moi Pepe salariés, Franco fasciste et nostalgique pour faire l'éloge de ce livre, il était au moins inexactes.

Web oficial de Arturo Perez-Reverte

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我很詫異,因為一些其他讀者,經過 17多年的寫作每週攤牌,這對我的心理健康和西班牙是最衛生,最近騎 pifostio評論我的周圍,在一個不起眼的角落Twitter的社會網絡對個人意見,理由是我的政治管理的一個部長來最糟糕的生活(筆記,順便,由於 22日版的字典的評審和第五意義的字,狗屎 - 男性寫的一篇文章的字面意思是沒有人的素質和優點)。正如我所說,那些朋友都感到驚訝,在所有這些長期的暴風雨年從來也不騎象思科,儘管經過認證的XLSemanal負責一些他的頭髮花白,是因為這個頁面有罪,其中除了業務問題與廣告商和權力或多或少的事實,電話和郵件已經瞬間的輝煌,即使在西班牙時代傲慢,meapilas,磚和安薩爾卡尼的朋友,當被告知,鑑於不久前的感情宮議會引起了我的腦海裡,或者當我專用的文章“讓 tutear,蠢人,西班牙教育政策的匈奴和hotra:和機會主義的蠱惑人心的政治種姓我們已經得到了書籍和十七文盲四種不同的語言,不計算可能Fabla阿斯圖里亞斯和阿拉貢。從來沒有這麼多的佩佩運行時,掩飾形成了鮮明的條件,兩個名詞與介詞在半圖庇護十二世,教宗誰拍了照片心愛的神秘與鳥棲息在一根手指,而納粹法西斯被驅逐和被毒氣幾十萬猶太人在他們眼皮底下牧區。給你一遊在羅馬的猶太隔都,例如,它仍然存在。看看斑塊和明白我的意思。

為什麼這些問題的答案和其他案件沒有分散了,而他的部長們,其一般意義上的男性和女性在辦公室裡,我被授予特權念我的名字是在電視新聞可悲的是顯而易見的:互聯網,社交網絡和必要的簡化它的許多信息,其特點是強大的擴散,濫用和易於訪問的膚淺。張貼的任何消息,你可以彈跳百萬次非常快。此外,任何用戶,從科學頭腦清醒到更令人討厭的傻瓜誰可以想像,有手表達他們的意見在互聯網上真實或假姓名,與簡單的給予重點和可選的有罪不罰的匿名性。隨著不確定的結果相同的意見,值得統計的作家Mario Vargas Llosa指出,先生們,老師或科學家格雷戈里奧薩爾瓦多和何塞曼努埃爾桑切斯羅恩學術,比任何tiñalpa化名文盲,並決定看出來網絡。

不過,最主要的原因,在我看來,是膚淺。一個特點是,在互聯網上運行的所有風險的意見的基礎上,隨機讀出句子斷章取義,或一千次退回郵件和變形,扭曲的方式,如何友好,熱情,仇恨,意識形態,簡單愚蠢,他們說對方看完後,這反過來,他們說,有人說。後來那些雜亂的跳躍某些媒體總是渴望的頭條新聞,容易和其雲水磨坊,好了,在這悲傷,怯懦和蠱惑人心的西班牙,那裡的許多 rascatertulias追隨者在支付自己的主人,永遠不會失去的那些誰沒有火車,因為它們運行領先於機車,賺取的工資。因此,網絡無意義的信息,不準確的評價令,如果不是虛假或惡意,只是取代了真實和原始的參數。畢竟是什麼了。讓一個適當的情況下,最近發表了一篇題為本頁公證恐怖。二十四小時在互聯網網站,用戶漸漸繼承生下建議回憶錄書記布爾戈斯,無外乎叛軍在內戰期間的資本。科巴給法西斯壓迫者。直到其他互聯網用戶,誰自己讀過的文章中,我解釋說,店員剛剛離開,並告訴大規模處決的共和黨人在這個城市。 ,叫我佩佩受薪,弗朗哥法西斯和懷舊的讚美這本書,它至少是不準確的。

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Web oficial de Arturo Perez-Reverte

domingo, 26 de diciembre de 2010

Evidencia del retroceso del Glaciar Ameghino

Las cosas, para muchos, no son reales hasta que se ven.

Aquí se puede ver.


Saludos desde áfrica.


Web Oficial de Arturo Perez-Reverte

Por si necesitáis consultar algo de este hombre, os dejo el enlace a la web oficial.

Saludos.

Web oficial de Arturo Perez-Reverte

Copiar-Pegar: El mensaka del semáforo.

Un texto de Arturo Pérez Reverte que me acaban de pasar con la siguiente pregunta, ¿y tú qué harías?.

Os remito la misma pregunta.

Saludos desde África.


El mensaka del semáforo
13/12/2010 (ARTURO PÉREZ REVERTE)



La moto está parada en el semáforo de un paso de peatones, con un pavo encima: un mensajero con el rótulo fosforito de su empresa en la espalda. Detengo el coche en su aleta de babor y miro la máquina. Pese a la caja portaequipajes del asiento trasero, me recuerda la hermosa moto italiana que tuve hace treinta y tantos años largos, a esa edad en que te crees invulnerable; cuando eres joven, inconsciente y capaz de salir de viaje nocturno cayendo lluvia a mantas, atravesando a ciegas pantallas de agua pulverizada de camiones por carreteras de doble dirección, y crees que estamparte contra un coche o un árbol, a 160 kilómetros por hora, es algo que sólo puede pasarle a otros, y nunca a ti. El caso, como digo, es que estoy mirando la moto y al usuario con una punzada de nostalgia. Bajo el casco y el barbur, el mensaka parece motero veterano, treintañero largo. Está tranquilo y a lo suyo, abiertas las piernas, las botas militares apoyadas en el suelo, pendiente de que el semáforo pase a verde. Pensando en sus cosas, supongo. En que va retrasado en las entregas, o a quién votar en las municipales. Cualquiera sabe. Y en ese momento, despistado al volante, frenando en el último instante porque no se había fijado en el semáforo, llega el pringao.

No hay golpe fuerte. Sólo el chirrido del frenazo sobre el asfalto. Riiiias. Miro a mi derecha y veo que un coche, deteniéndose casi de milagro en el último momento, golpea ligeramente la moto por atrás. Apenas un toque en el neumático de la rueda trasera. Cloc. Lo justo para que, sin hacerle desperfectos visibles, la moto salga despedida tres o cuatro metros adelante, con el motero pateando a un lado y a otro en desesperado esfuerzo por mantener el equilibrio. Y lo consigue, el tío. Logra estabilizarse un trecho más allá, pasadas las marcas de pintura del paso de peatones, y desde allí se vuelve para comprobar qué diablos ha ocurrido. Entonces ve el coche detenido donde antes se encontraba él, y al conductor que, petrificado, las manos agarrotadas en el volante y expresión estupefacta, lo mira reponiéndose del susto. Acojonado.

Entonces asisto a una escena memorable. Con una sangre fría envidiable, tras quedarse unos instantes mirando hacia atrás como si no diera crédito a lo ocurrido, el mensaka se baja de la moto, la pone sobre la pata de cabra, echa un vistazo comprobando que no hay daños de importancia, y luego se acerca despacio al automóvil, tomándose su tiempo. Es un tipo de aspecto rudo, vigoroso y con aparente buena salud. El casco negro, del que sólo ha levantado la visera, refuerza su aspecto amenazador. Y huelga señalar que, para entonces, los conductores de los tres o cuatro coches que estamos cerca seguimos el asunto con atención no exenta de morbo, haciendo cábalas sobre si el primer guantazo se lo va a dar el mensaka al conductor con la derecha o con la izquierda, o si se limitará a enumerarle a gritos la relación completa de sus muertos más conspicuos y frescos. El del coche debe de andar en cálculos parecidos, pues permanece atrincherado tras el volante, igual de blanco que una hoja de papel marca El Galgo. Y en ésas ocurre la cosa.

Siempre despacio, sin alterarse, el mensaka ha llegado a la altura del conductor y se inclina a mirarlo. Éste es más bien de perfil tiñalpa, con poca chicha. Salta a la vista que no sabe qué hacer ni decir, y que teme le pongan la cara como un mapa de carreteras. Entonces, cuando el motero tiene ya apoyada una mano en el abridor de la puerta, lo veo inclinarse un poco más, mirando hacia el asiento de atrás del vehículo. Sigo la dirección de su mirada y descubro a dos enanos de ocho o diez años, niña y niño, sentados allí, con sus cinturones de seguridad puestos. En ese momento, el mensaka hace una de esas cosas que a veces, hasta en los momentos más negros de la vida, puede reconciliarte con el ser humano. Se queda inmóvil un instante, como pensándoselo, la mano aún puesta en la puerta del coche. Luego se yergue despacio, mira al conductor y le suelta esta frase inmortal: «Un día te vas a matar, gamberro».

Y eso es todo. Después, sin esperar respuesta -el otro sigue sentado, sin arrestos siquiera para balbucir una excusa-, el mensaka se dirige a la moto tan tranquilo como vino, echa un último vistazo para confirmar que no hay desperfectos, sube a ella, la pone en marcha y se va. Yo meto la primera y arranco a mi vez, pues suenan detrás bocinas impacientes de coches, y veo al motero perderse en el tráfico, a la entrada de un túnel. Entonces caigo en la cuenta de que ni siquiera he podido verle la cara. Y pienso que es una lástima. Me gustaría reconocerlo en cualquier calle, con la moto parada. Aparcar cerca, señalar el bar más próximo e invitarlo a una caña.




Web oficial de Arturo Perez-Reverte