Estaba yo haciendo mi "rutina" deportiva, bueno, más bien retomando viejos hábitos. Es curioso como el cuerpo tiene memoria. Si cuando hace dos semanas comenzaba mis pasos con dolor, desgana y un ritmo de pena, ahora puedo atisbar como el camino andado reaparece en mis piernas. No dejo de sorprenderme al notar que unos días de ritmos lentos y algún que otro traspiés, y sobre todo, la falta de ganas, ahora me encuentro que ya puedo pasar a esa genial segunda fase.
Hoy pude notarla de nuevo. Mis piernas mandan un mensaje claro, acompañadas de unos pulmones y un corazón que ya tienen más que asumido que hasta el fin de los días... tendrán que seguir dándolo todo. Puedo volver a respirar ese aroma de "he vuelto"....
Aquí a, casi, las dos y media de la madrugada, avanzo en otro de mis retos. Parece que fue ayer, cuando me enfrentaba a la misma tesitura. La noche es mi zona de juego preferida, prueba de ello es que mis mejores esfuerzos tienen su mejor fruto a estas horas.
Una vez más no puedo dejar de dar gracias. Aunque muchas veces me vienen a la mente imágenes de esas otras vidas que podían haber sido la mía, puedo admitir que la tengo, la que llevo, la que me ha hecho como soy, es una buena vida. Desde fuera podría parecer que hay cierto aroma a fracaso. Nada más lejos de la realidad. Sigo haciendo todo lo que deseo.... y eso es siempre motivo de victoria.
La vida es corta. Plantearte cosas o situaciones imposibles o simplemente que te mantienen en un constante momento amargo por no tener lo que otros, no deja de ser un atentado contra tu persona contra el sentido de la vida, contra lo más sagrado de la creación, TÚ MISMO.
Un saludo desde áfrica, he vuelto y es para quedarme.
Os dejo una melodía que suele levantarme el espíritu....