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sábado, 22 de agosto de 2009

Copiar y Pegar - Corrupción y democracia



Corrupción y democracia

Javier Pérez Pellón

Es curioso comprobar, haciendo una especie de inmersión en la lectura de los aconteceres políticos de la Roma republicana, como una época tan lejana pero ya afligida por problema éticos de la vida pública, pueda ser tan apasionadamente actual dentro de esa dinámica de cíclica repetición de la Historia. Me estoy refiriendo a ese endémico mal político, la corrupción pública, que ataca nuestros sistemas democráticos hasta el extremo de vaciarlos del contenido ético por el que fueron creados.

Una interpretación difundida de la historia de la antigua Roma nos presenta la época republicana como un período feliz, desde el punto de vista de la moral pública, llena de hombres cuyo comportamiento parecía inspirado de nobles ideales en interés de su patria romana, mientras que al imperio se le atribuyen decadencia moral y corrupción. Sin embargo la realidad fue bien diversa.

Así, por ejemplo, está escrito en los anales de aquella época, mal supuestamente feliz, es allí donde nace la clientela, que era una asociación de personas, de rango inferior, que se ligaba a un noble, el patrón. En cambio de tutela y asistencia jurídica los clientes debían mostrar devoción a su patrón, haciéndole toda clase de servicios. La exhibición de numerosos clientes, por parte del patrón, constituía una fuente de prestigio y de poder de primaria importancia. Estas características hacen de la clientela el antecedente de las organizaciones mafiosas modernas (léase, igualmente, partidos políticos, de mayoría y de oposición e intermedios, que, aunque no lleven la tilde infamante de mafia, se comportan como si lo fueran).

Otra de las características, nacidas a la sombra de la clientela, fueron los pasteleos electorales. La lista de los métodos para alterar el resultado de las urnas, en esto la antigua Roma se nos presenta absolutamente moderna, era tan larga como variada e iba desde la compra del voto a la faciosidad y corrupción de los magistrados encargados de la revisión de los votos y de la proclamación del vencedor. Y esto a pesar de que existían iniciativas, con escaso éxito práctico, para vigilar que todo ello no sucediera.

La corrupción y la malversación de los funcionarios del Estado repercutía, de forma incómodamente negativa, en la vida diaria de los honrados ciudadanos que estaban sometidos a su autoridad. No obstante los generosos emolumentos recibidos, los gobernadores de las provincias (el antecedente, ya degenerado, de nuestras actuales autonomías) y de otros altos cargos de la administración periférica, se aprovechaban de su propia posición dañando, de esta manera, a las poblaciones sujetas al poder central de Roma. Verre, el rapaz gobernador de Sicilia, en tiempos de Cicerón (hoy podría ser un catalán, un vasco, un gallego, un andaluz) no constituía un hecho aislado. La corrupción también llegaba a grados más modestos y más bajos de la administración pública !hala! multitudes a chupar de las tetas del Estado (tal cual como ahora, que parece una reproducción fotográfica, revelada en un laboratorio de urgencia o impresa en un móvil, cualquier día de estos).

Los historiadores del mundo clásico romano se han ocupado siempre muy poco de estos episodios, demasiado pequeños, pues las vejaciones de las gentes humildes de frente al poder público, es cosa que nunca ha interesado a la clase política y por lo tanto no dignas de figurar en los libros de historia. Se ha ocupado, eso sí, de los fraudes de los publicanos, titulares de lucrativas subastas para obras públicas (ayer puentes, acueductos y calzadas, hoy autopistas, exposiciones universales y alta velocidad). Como el ejemplo de aquel Marco Postumio di Pyrgi, titular de contratas para el abastecimiento de las legiones romanas, el cual hacía hundir, a propósito, viejas naves después de haberlas cargado de mercancías de escaso valor, para pedir al Estado un resarcimiento del daño sufrido miles de veces superior. Yo me he preguntado, muchas veces, cuales son los caminos tortuosos que sigue el tráfico de internacional armas, incluyendo las fabricadas en nuestro país, que se define pacifista, con una Chacón que se va a la guerra, ministra pacifista, que vende su mercancía, envenenada de muerte, yendo a parar, en definitiva, a manos de los supuestos terroristas que después combate en Afganistán o en otras misiones de pacifismo humanitario en otros puntos del planeta, como a ese smpático Chávez, presidente de Venezuela !Va!

La administración de la justicia era otro sector de la vida pública en la antigua Roma tocado de una amplia y difundida corrupción, algo que puede tener fidelísimas connotaciones con varias de esas actuales malformadas democracias occidentales, incluyendo la nuestra, por mucho que a la partitocracia corrupta se le llene la boca hablando de estado de derecho.

El derecho romano clásico, sobre el cual se han formado enteras generaciones de juristas hasta nuestros días, fue, como sabe todo aquel que se haya enfrentado con su estudio en el primer curso de una Facultad de Derecho, fue una elaboración tardo-imperial. Pero en la antigua Roma republicana, el pretor, el magistrado público encargado de la administración judicial, delegaba los juicios a un juez elegido por las partes o designado por él mismo. La ausencia de un código o de un cuerpo independiente de magistrados especializados hacía de un proceso judicial un acontecimiento en buena parte dependiente de las presiones, sino de acciones de clarisíma corrupción que las partes llamadas en causa podían ejercer sobre el juez. De manera que hoy día, aún existiendo un cuerpo de leyes codificado y un procedimiento judicial determinado, la aberración consiste en que al ser nombrados los jueces por los partidos políticos, cada cual atribuyéndose una cuota, o elegidos por el parlamento, -en este caso con la ventaja del partido o coalición de mayoría (Tribunal Constitucional) por no hablar de escuchas y otras mil variantes de ilegalidades-, todo eso de códigos y procedimientos judidiciales se lo están pasando por debajo del arco de triunfo. Y en vez de avanzar y que el Derecho sea reflejo del esplendor que gozó en la época justiniana, estamos retrocediendo a las corrupciones y corrupteleas mafiosas-clientelares de la antigua Roma republicana.

Tampoco podía faltar el el argumento de la recomendación una especie de maldito flagelo que torpedeaba la eficacia de la administración pública. Al principio de su historia Roma estaba dotada de un aparato estatal muy simple, pero con el avanzar de su dominio a otras latitudes geográficas, más allá de sus fronteras ciudadanas y de su periferia rural, la administración estatal también se amplió multiplicando, con ello, los puestos en las carreras estatales, como se diría hoy. La caza al puesto estatal era la principal actividad de los jóvenes herederos de la aristocracia senatorial y de aquellos otros rampantes de las clases políticas y económicas emergentes. Para obtener el puesto era nececesario, antes de nada poseer fuertes y seguras recomendaciones, en las cuales no contaba la cualidad específica del recomendado para poder ejercer dignamente la posición a la cual aspiraba, sino sólamente la exaltación de supuestas y genéricas virtudes y méritos, pero, sobre todo, el de una férrea lealtad del recomendado hacia el mandante de la recomendación.

¿Quizás todo esto no nos suena a algo? ¿Acaso no tiene ecos de zapateril vigencia o de aznarinas presencias actuales? ¿Si no es por la recomendación, que otra cosa no es sino una flagrante corrupción, cómo gentes de iletrado reconocimiento como un Pepiño Blanco, un Celestino Corbacho, un José Montilla o una insuperable Bibí Aído ("papá que me han hecho ministra"), nuestra gloriosa miembra nacional (que en la estricta etimología de la palabra miembra sería el femenino de miembro, órgano sexual masculino, o sea miembra, vulgarmente, igual a coño), han podido llegar a tan altos puestos de la administración del estado, ministros y ministras, presidentes de autonomías? Por no hablar de Manuel Chaves, el arruinador de media Andalucía y la secuela de sus familiares, amigotes y amigotas, recomendados.

La corrupción política que sufren las democracias occidentales, España e Italia ocupando los primeros puestos de tan nefanda lista, es un fenómeno que suscita reacciones contrastantes de reprobación y de condena moral, muchas veces aliviada por ese indignante pasotismo de aceptación más o menos resignada. Puede suceder que las razones y los sentimientos sobre los cuales se fundan estas reacciones convivan dentro de nosotros formando un cocktail de difícil equilibrio y de un sabor fétido y peor e insorportable digestión.

Existe, sin embargo, una esperanza y el acontecer de la historia lo ha demostrado en multitud de ocasiones. Puede que un día, el menos pensado de los días, cercano o menos lejos que sea, se cumpla la profecía de Mahatma Gandhi: "En cuanto alguien comprenda que obedecer leyes injustas es contrario a la dignidad del hombre, ninguna tiranía podrá dominarle".


Como siempre digo, ¿y tú qué opinas?.

Un saludo desde África.

martes, 18 de agosto de 2009

Al Margen de la ley - Por Daniel Martín

A los políticos españoles se les llena la boca cuando hablan de nuestro Estado de Derecho. Es decir, de un Estado donde la ley, manifestación de la voluntad popular representada en el Parlamento, rige soberanamente sobre el resto de los elementos públicos que componen ese ente abstracto cuyo reverso es la Sociedad. Me pregunto si los políticos saben en qué consiste un Estado de Derecho y si se creen lo que dicen cuando lo mencionan. En el caso de José Luis Rodríguez Zapatero es obvio que confunde el concepto con un Estado de derechos que, por otra parte, restringe sistemáticamente salvo los de cualquier minoría, incluidas las de Zimbabwe. En el resto de los políticos, uno sospecha que o mienten descaradamente o muestran una ignorancia a prueba de bombas.

España, a pesar de que su Constitución la defina como Estado de Derecho, es un lugar donde hacen leyes que luego no se aplican, sobre todo en aquellos casos más conflictivos o que requieren un esfuerzo continuado, sereno e inteligente. Aquí, cuando ocurre, la ley se suele ejecutar y aplicar mal, y son muchos los que pueden vivir al margen de la ley sin apenas despeinarse, especialmente si hablamos de los páramos de la alta política.

Este pasado fin de semana Ricardo Costa, secretario general del PP de la Comunidad Valenciana, aseguró a Europa Press que Zapatero es ?el responsable de un complot de Estado contra el PP?. Duras acusaciones que, según la última moda, no iban acompañadas de pruebas. En este tipo de casos la Justicia debería o comenzar una investigación contra el malvado Primer Ministro que se supone utiliza los medios estatales en interés partidista o detener al calumniador por tamaña mentira sin apoyo probatorio. Eso es lo que debe pasar en un auténtico Estado de Derecho. Pero aquí ya sabemos que nunca pasa nada.

El caso más claro y revelador de la anarquía legal que sufrimos es el del Tribunal Constitucional. Éste existe porque así lo establece la Constitución y una ley de los años 80. No queda claro si sirve para algo, si es superior al Supremo o si no deberían confundirse sus sentencias con las de éste. Pero lo que es seguro es que existe por ley, y que sus miembros se renuevan cada cierto numero de años.

Pues bien, el Constitucional espera renovación desde otoño de 2007. Eso dice la ley. Pero aquí no pasa nada por un retraso tan evidente y que tiene mucho de doloso en cuanto viene provocado por los intereses de PP y PSOE en colocar a magistrados obedientes que cumplan antes con la gratitud hacia sus padrinos que con la ley que, pobrecita, como se ve siempre es la que más recibe... por detrás.

Por si fuera poco, el Tribunal Constitucional tiene entre sus manos un recurso de inconstitucionalidad sobre el Estatut de Cataluña desde varios años. Mientras, esta ley sí se aplica con efectos que en muchos casos serán de difícil o imposible solución. Ni el TC cumple con su cometido legal ni se ha suspendido una ley que puede ser declarada inconstitucional en muchos de sus apartados. Así se vive en España, al margen de la ley sin que eso suponga ningún tipo de problema.

Ahora, en los calores de agosto que vacían ciudades, se ha convertido en noticia de gran relumbre que Francisco Caamaño, ministro de Justicia, haya hablado sobre el Constitucional y sobre el recurso del Estatut. Ah, ¿pero todavía hay alguien que se acuerde del asunto? Lo realmente curioso es que aquí nadie toma medidas, legales, para que se renueve de una puñetera vez ese tribunal ni para que se agilicen los puñeteros trámites de una sentencia que puede cambiar la fisonomía de España al margen de los trámites establecidos por la Constitución del 78. Es decir, ilegalmente.

La semana pasada mencioné que España era la única monarquía bananera del planeta. Puede parecer exagerado, pero los países bananeros se caracterizan fundamentalmente porque sus tiranos actúan sin contar con la ley establecida. Su voluntad se impone al imperio legal. Puro despotismo del que Montesquieu tan bien describió en El espíritu de las leyes. Aquí tampoco impera la ley. Sólo que en lugar de dictadores tenemos partidos y "colocados". Es su nada santa voluntad la que rige los destinos de nuestra nación y sus sucursales. No creo que el barón de Secondat pudiese imaginar que la democracia pudiese teñirse de despótica oligarquía. Aquellos eran otros tiempos, y el ilustrado era un francés anglófilo. Poco después alguien dijo que África comienza en los Pirineos. Sin querer ofender, en ningún momento, a los africanos.



Enlace Original


Y como siempre digo, ¿y tú qué opinas?

un saludo desde áfrica.

Contador de Muertos-Heridos 42

lunes, 17 de agosto del 2009

Atentado en Rusia

Atentado en Pakistan



Total Muertos Día=25
Total Heridos Día=76



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Total muertos Contador=2513
Total heridos Contador=6631


...continuará

domingo, 16 de agosto de 2009

Contador de Muertos-Heridos 41

domingo, 16 de agosto del 2009

Atentado en Kabul

Total Muertos Día=7
Total Heridos Día=91



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Total muertos Contador=2488
Total heridos Contador=6555


...continuará

Contador de Muertos-Heridos 40

...CONTADOR DESDE FEBRERO 2008

Viernes, 26 de junio del 2009


Atentado en Bagdad

Total muertos Día=65
Total Heridos Día=135

martes, 30 de junio del 2009


Atentado en Iraq

Total muertos Día=28
Total Heridos Día=60


Domingo, 5 de julio del 2009

Atentado en Filipinas

Total muertos Día=4
Total Heridos Día=37


viernes, 17 de julio del 2009

Atentado en Indonesia

Total muertos Día=9
Total Heridos Día=50


miércoles, 29 de julio del 2009

Atentado en España

Total muertos Día=0
Total Heridos Día=65

viernes, 31 de julio del 2009

Atentado en España

Total muertos Día=2
Total Heridos Día=0

lunes, 3 de agosto del 2009

Atentado en Afganistan

Total muertos Día=10
Total Heridos Día=29

lunes, 3 de agosto del 2009

Atentado en Israel

Total muertos Día=2
Total Heridos Día=15

martes, 4 de agosto del 2009

Ataque en Sudán

Total muertos Día=26
Total Heridos Día=171

jueves, 6 de agosto del 2009

Atentados en Afganistan

Total muertos Día=10
Total Heridos Día=8


jueves, 6 de agosto del 2009

Atentado en Kirkuk

Total muertos Día=13
Total Heridos Día=35

viernes, 7 de agosto del 2009

Atentados en Iraq

Total muertos Día=30
Total Heridos Día=105


martes, 11 de agosto de agosto del 2009

Atentados en Iraq

Total Muertos Día=46
Total Heridos Día=242



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Total muertos Contador=2479
Total heridos Contador=6464


...continuará