Contador de Muertos-Heridos 43

...CONTADOR DESDE FEBRERO 2008

Viernes, 9 de octubre del 2009


Atentado en Pakistan

Total muertos Día=41
Total Heridos Día=100

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Total muertos Contador=2520
Total heridos Contador=6564


...continuará

Falsa tranquilidad....

Homenaje a una amiga...ÁNIMO CLORI. Este es un texto que me han enviado.

Todo parecía estar más tranquilo.
Mi fiel compañera estaba presente, pero habíamos llegado a un acuerdo mediente el que su hostilidad era menor.
Pasaron unos días y el acuerdo se hacía efectivo. Por un momento pensé que la estabilidad sería mi aliada.....Tonta de mí.
En el momento menos oportuno apareces y muestras con orgullo el poder que tienes sobre mí. Golpeas con fuerza las zonas de mi cuerpo que ya son tuyas.
Una sonrisa triste se dibuja en mi rostro. Aparentemente todo sigue igual. Las personas que me rodean siguen charlando entre risas y nada es diferente ante sus ojos.
Sé lo que significa tú llegada. Nunca te habías ido. Nunca te irás. Eres incapaz de darme un poco de tranquilidad.
El poder que tienes lo impones de forma implacable.
¿Ahora qué?
Una vez más, me marcho. Dejo lo que estoy haciendo. Tú presencia es más fuerte.
Ganas, como siempre, la batalla.
Me rindo.....

Algunas pelis y pico 011 - El secreto de sus ojos

Aunque ya debería estar durmiendo, prefiero escribir en caliente. Con las sensaciones frescas tras salir del cine hace apenas unos minutos.

Tras la recomendación de Daniel Martín, y una invitación, terminé delante de las pantallas. Curiosamente la escena del tren me pareció que, no sé, como si me esperara más, pero claro, es que al principio, la emisión aparece borrosa, como un recuerdo que se va desvaneciendo, como si nos la contara un abuelo, que digo, un bisabuelo, y el pensamiento, ya aletargado, se mezclara con otras sensaciones, al contarlo, yo creo que nos evocaría una imagen realmente difuminada. El efecto en la película me recordaba a una lluvia cayendo sobre la lente de la cámara que no dejara ver del todo lo que pasaba delante de ella.

La película comienza dubitativa, como el protagonista, como si no supiera por donde comenzar, y ante esta cuestión, se nos revela la típica respuesta, "pues por el principio".

Y así, como quien no quiere la cosa, la trama se escribe a si misma.

Al igual que Daniel, no quiero romper la magia de los que puedan querer ir a verla, pero me gustaría morder la curiosidad. ¿Qué puedo decir?, ¿qué se me ocurre para aunar ambas ideas?.

Primero que me parece que es cine con mayúsculas, aunque aquí no emplee ninguna.
Segundo que el acento argentino, su deje, sus formas enganchan desde el principio.
Tercero, la trama. Un asesinato. ¿Resuelto? ¿Sin resolver?...
Cuarto, su protagonista, ya van dos películas que veo de él y me magnetiza.
Quinto. El amor, el de verdad, el que se ve reflejado en actos, unos inverosímiles y otros tan evidentes y tocables que pasarían por acciones de lo más común, el amor que no se debe dejar pasar.
Sexto, por una frase "...y tendrás 1000 pasados y ningún futuro, no pienses más..."
Séptimo, por el final.

Copia-Pega - Algunas Peliculas y pico...- Campanella un genio

En estos tiempos que corren, cuando lo inmediato es lo único y se cree trasnochado todo aquello que tiene más de quince minutos -lindo trastoque de la máxima de Andy Warhol-, quizás no tenga sentido hablar de una película que se estrenó hace una semana. Hoy viernes llegan a España muchos otros estrenos, y quizás la gente piense poco apropiado locura hablar de El secreto de sus ojos, la última película dirigida por Juan José Campanella, tan injustamente ignorada por los premios del Festival de San Sebastián.

No es una locura. Cada año llegan a nuestras pantallas menos películas geniales. Este año, concretamente, tan solo recuerdo Gran Torino, del siempre genial Clint Eastwood, y Up, de los insuperables creadores de Pixar. Y El secreto de sus ojos, un filme redondo, magnífico, espléndido, infinitamente recomendable, una producción de esas que dejan el corazón a mil revoluciones, la boca y el alma abiertas.

En ella, Ricardo Darín encarna, tan bien como siempre, a un oficial de juzgado que, mediados los años 70 en la entonces convulsa Argentina, tiene que investigar un asesinato. A esta trama policiaca se une otra romántica que, lejos de buscar la originalidad, homenajea viejas historias con delicadeza y maestría encomiables. El conjunto, sin entrar en detalles argumentales para no fastidiar un ápice la sorpresa de tamaña delicia, es de esos en los no sobra un fotograma, en los que todo está calculado para completar la historia y satisfacer al espectador.

Los tres grandes secretos de El secreto de sus ojos son los de siempre: el guión, firmado por el propio Campanella y Eduardo Sacheri, cuida hasta la extenuación cada detalle para que no haya nada innecesario, un filme que de puro esencial raya en lo exuberante; los actores, comandados por Darín perfectamente flanqueado por la arrebatadora Soledad Villamil, el para mí desconocido Guillermo Francella -que borda al mejor borracho que jamás se haya visto en una pantalla de cine- y el resto de secundarios que sólo chirrían por culpa de un maquillaje algo ramplón -el único defecto visible del filme-; y el director, uno de los mejores del siglo XXI, un realizador que ha alcanzado la madurez y ha logrado con sólo 50 años un lugar indeleble en la posteridad.

La mayoría de los aficionados al cine saben que Juan José Campanella triunfó con El hijo de la novia. Unos pocos menos se han deleitado con Luna de Avellaneda. Muy pocos han disfrutado de El mismo amor, la misma lluvia. Y casi todos desconocen que Campanella, para ganarse la vida, dirige capítulos de teleseries en Estados Unidos, algunas tan conocidas como House o Ley y Orden. El argentino es un profesional y, cada tres o cuatro años, reúne dinero para rodar otro de sus maravillosos largometrajes. Así, a la vez que aprende con la experiencia, se está labrando una magnífica carrera de pocos pero inmejorables títulos.

Campanella ha conseguido ser sinónimo de garantía. Con cada una de sus películas uno disfruta, y cada nueva entrega cuenta una maravillosa historia de bellezas dramática y visual. Cuenta al modo de siempre al tiempo que renueva viejos tópicos y sorprende. Con El secreto de sus ojos ha conseguido otra obra maestra, otra película redonda. Con sus últimos filmes siempre es así, algo al alcance de muy pocos, en la actualidad prácticamente de nadie, quizás tan solo del ya mencionado Eastwood.

Así, aunque sea una semana más tarde, recomiendo este filme magistral, imprescindible, que coloca a Campanella entre los más grandes. Quizás por eso en muchos fotogramas de El secreto de sus ojos se ven homenajes a Lubitsch, Woody Allen, John Ford, entre otros.

P.S.: Sólo un detalle sobre la película. En ella se ve la típica escena de despedida en un andén. ¿Una más? No. Campanella ha rodado la secuencia definitiva de vagón y tren saliendo de la estación.




Opinión original de Daniel Martin - EStrella Digital

La noche y su encantamiento...

...Aquí me dispongo a partir. Acabado mi viaje entre artículos, títulos y disposiciones legales.

La noche, cuando me dejo envolver por ella, el poder, mi capacidad, se desarrollan al máximo. La cabeza, mi mente, se vuelve tranquila, la atención se fija, leo y entiendo, subrayo y obtengo resultados.

bueno, pero mi cabeza, ahora para escribir, la verdad es que no está.

un saludo desde áfrica.

Algunas pelis y pico...

Hay ocasiones, muchas veces lo he comentado, en que unas imágenes unas palabras, unos sonidos, te ponen los pelos de punta.

Esto lo acabo de escuchar de una película. Una vez más, os dejo el título en el aire, ¿quién quiere recoger el guante?

un saludo desde áfrica.



-¿Diga?
-Hola Soy Yo.

-¿Ocurre algo malo?.
-No, es que tenía la necesidad urgente de decirte que TE QUIERO.
-Y yo te quiero a ti.

-¿Por qué?.
-Ya sabes por qué.

-Necesito oirlo.
-Porque eres divertido, inteligente y muy considerado.

-Ahora no me siento nada de todo eso.
-Lo que pasa es que estás nervioso, pero te irá bien, ¿sabes por qué?.

-¿Por qué?.
-Porque yo sigo aquí, creyendo en ti, ¿de acuerdo?.
-De acuerdo....



...sabía que en un momento ella se daría la vuelta y ya no la vería nunca más, seguro que tenía muchas cosas que decirle, que quería decirle, pero cuando miró a su esposa a la cara, lo único que acudió a su mente fueron las palabras del viejo, "cuidado con las mujeres que se contentan con quererte tal como eres, se conforman con demasiada facilidad", su esposa le quería demasiado para conformarse y el había perdido la sensatez para darse cuenta, se había convencido a si mismo de que todo lo que hacía lo hacía por ella. Dominaba la técnica fatal de creer sus propias mentiras, y un día, ella, se fue. Tenía todo lo que un hombre podía desear, menos la razón para despertarse cada mañana, esa fracción de segundo en la que abres los ojos y ves a esa persona a la que acudir, que te quiere, que te quiere todavía más y te abraza más fuerte en tus derrotas que en tus victorias. Fue a servirse una copa más, sabiendo que se pasaría el resto de su vida intentando recuperar esa fracción de segundo...


...yo me había pasado años intentado complacer a las mujeres, él había llegado a la conclusión de que lo importante era saber complacer sólo a una...