Ante los hechos que están acaeciendo en el Sahara Occidental, sigo sin entender como nuestro gobierno se queda indiferente.
Os dejo una columna de Germán Yanke en el periódico digital Estrella Digital
Desgraciadamente, las alarmas de ayer en el Sáhara se han convertido hoy en tragedia. El brutal ataque al campamento de protesta es la continuación por otros medios de una ley injusta, la de Marruecos, cuya vigencia avala desgraciadamente España. Ciertamente, no lo tienen fácil los saharauis aunque les asista el Derecho Internacional y las resoluciones de la ONU. Marruecos no colabora contra el terrorismo, lo utiliza como trágica moneda de cambio para que las potencias occidentales (Estados Unidos, la Unión Europea con la presión de Francia y la anuencia de España) le dejen hacer tapándose los ojos y, a menudo, la nariz ante tanto hedor. Todo parece una farsa en la que las víctimas son los saharauis. Los saharauis, el Derecho y la dignidad internacional.
No se puede luchar contra el terror, que es lo que al parecer se obtiene de Rabat, a cambio de que se vulneren los derechos individuales y las propias resoluciones de Naciones Unidas. Volvemos a la vieja hipocresía de las democracias occidentales que, cuando Alemania invadió los Sudetes y después Polonia, también pidieron contención a las dos partes. Pero lo pidieron hasta que comprobaron que el monstruo que se ayudaba a crear era más nocivo que los riegos de enfrentarse a quien amenaza con más violencia. La propia y la que puede dejar pasar.
España, que parece que no quiere, tampoco podría si quisiera. Pero nuestra insignificancia, la que nos ha hecho pasar ya tantas vergüenzas ante nuestro vecino del sur, no justifica la inanidad. Nuestro país debe encaminar su diplomacia, buscar aliados, presionar, convencer, para que se respeten, en primer lugar, los derechos humanos –negados allí ya sea con triquiñuelas o con bárbara violencia, como ayer- y, después, el ejercicio de la autodeterminación del Sahara. El PSOE calla. Los quince portavoces del Gobierno callan o hacen brindis al sol. Hay también, no lo olvidemos, un crimen de indiferencia.
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Y como siempre digo, ¿y tú qué opinas?.....
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Unfortunately, the alarm yesterday at the Sahara have now become a tragedy. The brutal attack on the camp to protest the continuation by other means of an unjust law, the Moroccan, whose validity guarantees unfortunately Spain. Certainly not have it easy though they attend the Sahrawi international law and UN resolutions. Morocco is not cooperating against terrorism, using it as tragic bargaining chip for the Western powers (U.S., European Union to pressure France and the consent of Spain) to let him covering his eyes and, often, the nose to both stink. Everything seems a farce in which the victims are the Sahrawi. The Saharawi law and international dignity.
You can not fight terror, which is what apparently is derived from Rabat, in exchange of violation of individual rights and the resolutions of the UN. Go back to the old hypocrisy of Western democracies, when Germany invaded the Sudetenland and then Poland, also called for restraint on both sides. But they asked until they found that the monster that helped create was more harmful than the risks of confronting those who threaten with violence. The very little and can not pass up.
Spain, which seems not to want, nor could if he wanted. But our insignificance, which already has taken us many embarrassments to our southern neighbor, does not justify the inanity. Our country must direct its diplomacy, seeking allies, pressure, convince, to respect, first, human rights, denied there either tricks or barbaric violence, as yesterday, and then the exercise of self-determination Sahara. The PSOE is silent. Government spokesmen fifteen silent or make toast in the sun. There is also, lest we forget, a crime of indifference.