Una soledad compartida

 Me pides disculpas por hablarme enfadada...y yo te respondo, me encanta que compartas tus enfados conmigo.

YO no es nada sin MÍ

Siempre he sido YO. Ahora soy YO. Nunca dejaría de ser YO.

Sin MÍ, no existiría YO. YO nunca podría alejarse de MÍ.

YO siempre ha sabido la diferencia para MÍ con  los DEMÁS.

MÍ conciencia es el mejor conocimiento de YO y nunca dejaría a YO solo.

Puedes pensar mal de MÍ por no querer dejar a YO.

Puedes creer que hay mucho espacio entre MÍ y YO.

Me gusta compartir MÍ punto de vista y el cómo YO analiza las cosas

cuando YO disfruta de MÍ compañía sabe que nunca estará sólo

Por mucho que puedan sentirse alejado de los DEMÁS,

sabe que MÍ siempre lo entiende, escucha, acompaña.

Nunca dejes que los DEMÁS hablen mal de MÍ, porque YO se molestará,

sin duda. Dirá, ¿dónde está TÚ lealtad?

YO, siempre la tengo, los DEMÁS no son MÍ problema.

¿A quién le importan las opiniones de los DEMÁS?

YO, YO, YO, siempre YO...¿y por qué no?.... ¿Dónde estaría YO sin MÍ?

Finales abordados, finales retrasados.

 Tras ese viaje, vino mi último encuentro. Aquí termina ese libro. Las últimas líneas escritas en un breve mensaje. No me sorprende. Simplemente es el final, tantas veces abordado, como tantas retrasado.... 17/11/14

Una frase cada día

Los amigos se cuentan siempre dos veces. En las buenas para saber cuántos son, y en las malas para saber cuántos quedan.