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jueves, 19 de junio de 2008

Historia

Os voy a contar una historia. Ojalá fuera un cuento, o una de éstas, fáciles de digerir, pero no, no lo es. Y es real.


Luis, un amigo de la infancia, es como es. No voy a entrar en detalles, supongo, que si es un amigo, lo acepto como es. A veces, cuando sufre algún contratiempo con alguno de su grupo, o alguien externo, si creo que tiene razón lo apoyo, si creo que no la tiene, busco apaciguarlo, pero en cuánto se ha desahogado, le hago ver, que no estoy de acuerdo con su modo de parecer. Se que tiene cosas, que quien no lo conoce, no voy a decir, en profundidad, me refiero a quien sólo ha hablado con él una o dos veces, seguramente provocará dos cosas. O dirá que es un tipo de puta madre, o dirá que es un capullo engreido.


Yo reconozco que a mi me parece un tipo de puta madre, y lógicamente, cuando alquien opina de él que es un capullo, pues me molesta, porque yo se que no lo es, pero admito, que no lo vea, o ni lo quiera ver. Se que Luis, puede provocar esa reacción en un desconocido.


Una de las cosas que más valoro de Luis, es que no busca, ni quiere caerle bien a todo el mundo. No sólo eso, si no que tampoco le importa caerle mal a la gente. Él prefiere pasar indiferente antes que caer mal, pero si no queda más remedio, si tiene que ser así, porque su forma de ser o la de la otra persona, lo hacen casi inevitable, pues lo asume como es él, de forma natural, te espeta "que le den por culo".

No digo que la otra persona no tenga sus razones, y que Luis, no pueda llegar a parecer ese capullo engreido. Yo por ejemplo, es que se que no lo es, y lo se porque lo he visto hablar de sus cosas, de sus motivaciones, y simplemente es que es un tipo con las cosas muy claras de quien es, que le gusta, que no, que te aguanta y que no, eso puede provocar, que un primer encuentro con él, sea, lo que dije antes, o un si, o un no, hacia un segundo o más encuentros.


Luis me ha contado, la última de sus anécdotas con las "amistades" peligrosas que según él, no merecen ni que les devuelva las llamadas, pero que al final, él, acepta que no sean todo lo buenas que debieran ser.


Hace poco acudió a una fiesta, en casa de un amigo. Éste, había invitado a gente de diversos grupos, unos eran, como Luis, amigos de casualidad, otros eran de jovencitos, otros del trabajo, así como 20 personas. Luis fue presentado, al igual que muchos de ellos, ya que no todos se conocían. La fiesta estuvo bien, no era el ambiente predilecto de Luis, pero era gente nueva, y eso siempre le gusta, porque nunca se sabe donde puedes encontrar algo interesante, dice él.


Hace 1 mes de esa fiesta, y me cuenta que hablando con su amigo, le dice que debe ser más humilde. Luis, que hace más de 3 años que trata con "jorge", le dice que de donde saca esas cosas, y Jorge le comenta que bueno, que él lo ve, y que es un buen consejo. Luis, que se huele algo raro de la explicación, logra sonsacarle, que algunos de los invitados, hicieron luego comentarios sobre él, en este sentido en reuniones de tomarse un café o algo con Jorge.


Luis, le increpa a Jorge su comentario, y por dentro, que no se lo dice, siente que Jorge, en vez de defenderlo, o en su caso, si está de acuerdo, callarse, se siente como avergonzado de haberlo llevado a la fiesta, haberlo presentado a sus otros amigos, y que aun encima está de acuerdo con los comentarios, y le recomiende a Luis, que haga cambios en su forma de ser.


Luis, que no es la primera vez que recibe semejante muestra de "Lealtad de amigo", responde con ironía, pero dolido, dolido no porque le molesten o alteren los comentarios de uno o varios desconocidos, que lo más seguro es que no vuelva ver, si no la reacción de Jorge. Ya que a Jorge no le salva, son más de 3 años tratando con Luis, y nunca le había parecido raro, o fuera de lugar el comportamiento de Luis. ¿Por qué ahora?, ¿por qué le pide recomienda a Luis un cambio de aptitud?, además ni siquiera es un consejo, es casi, como que hazlo porque mira lo que la gente piensa, y mira lo que yo, Jorge, pienso.


Luis, sabe que provoca cosas, reacciones negativas en los desconocidos, tambien positivas, pero las negativas, llegan más a menudo, pero no aguanta, no soporta, que sus "amigos", cambien o no acepten a luis como es.


En todo caso, espero con esta historia, que los que sufrís como luis, las inclemencias, de los "amigos", sabed, que no debéis cambiar de rumbo. Esta gente, estos amigos, se puede decir, que son peso muerto, para mantenerse sumergido cuando hace falta, pero no dudeis, que cuando sobran, tirarlos por la borda, porque el comentario de jorge, denota que se venden fácilmente, y que vuestra amistad, la dejan a precio de coste si hace falta.


Un coste, como por ejemplo, el que luis se entera de todo esto, porque jorge le llama para una consulta sobre la contabilidad de su empresa.



Interesante ¿no?



Y tú que opinas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Luis es realmente una persona muy interesante... encaja perfectamente en este sitio, es otro ajeno más. Tiene claro cómo es y hace lo que hace porque está convencido de ello.
Es uno de esos incondicionales que uno debe tener.

Evidentemente, cuando uno conoce a alguien y le gusta su compañía lo hace porque le gusta cómo es y lo acepta. Me refiero a que no podemos pretender que todos sean como queremos o nos gustaría. No podemos estar esperando a que reaccionen y actúen como lo harías tú.

Mis amigos son muy diferentes entre sí, pero eso es lo que los hace especiales... no estar cortados todos por la misma tijera. Y los acepto tal cual son, con sus virtudes y defectos. Evidentemente eso no justifica que no les de mi opinión sobre cómo actúan o sobre lo que dicen. Al igual que ellos son los únicos con el derecho de decirme algo a mí. Sólo mis ajenos...

Un saludo desde el Meridiano

Anónimo dijo...

Pues sí... Ese tipo de "sorpresas" que nos llevamos a veces de nuestros "amigos" nos duelen... al menos a mí...

Yo soy como soy... Me costó mucho aceptarlo, conocerme, quererme... pero ahora lo digo claramente: a quien no le guste, que le den por donde amargan los pepinos... Creo que en el fondo siempre he deseado ser así y también creo que mucha gente me envidia... Que se guarden sus consejos y vean la viga en su ojo en lugar de la paja en el ajeno...

Ius dijo...

Cierto, hay historias que a pesar del tiempo transcurrido siguen teniendo plena validez.
No deja de fascinarme observar y escuchar a las personas, tratando de hacer una especie de estudio antropológico, cuyos resultados iluminen algunos puntos oscuros que tengo acerca del ser humano.
De la misma manera, no deja de fascinarme como se emiten juicios de valor, se aconseja y se habla de una persona con “pleno” conocimiento, cuando en realidad no saben a quien tienen delante de ellos, o lo que es peor, no saben ni quienes son ellos mismos realmente.
A este tipo de personas habría que recordarles que el conocimiento humano empieza por conocernos a nosotros mismos. Pero claro, por lo visto es cada vez menos frecuente encontrar a personas con ese interés y capacidad interior.
Un abrazo Misionero.

PD: Con lo bueno y con lo malo, no pierdo la esperanza en el ser humano. De lo contrario me hubiera perdido a personas interesantes y especiales junto a las que la vida es mejor.