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martes, 4 de marzo de 2008

Un alto en el camino

Paseando, paseando, por lugares, por regiones remotas de este lago que es internet, acabo de descubrir estas líneas.

Espero que os gusten.

Me gusta verle dormir, tranquilo, relajado, como el bebé que descansa sobre el regazo de una amorosa madre. Me gusta espiar sus sueños y observar cómo el diurno e interrogador ojo continúa igual de vivaz pese al telón de piel y carne que ahora lo cubre.

Es en esos momentos, cuando le susurro un casi inaudible "ven conmigo", cuando su mano, casi en un acto reflejo inconsciente, busca acomodarse entre mi pecho y mis brazos, cuando todo su cuerpo yacente, se aproxima buscando mi calor, cuando me siento, dueña y señora de una parte de ésa entrega.

Es entonces cuando mi orden se transforma en súplica, en ruego, en una necesidad vital de parar el tiempo.¿Por qué no se me ha otorgado la capacidad de parar el transcurrir de los astros?.

Es en ese instante, cuando un tímido rayo de sol, después de viajar atravesando universos, se empeña en azotar mi mirada hasta entonces subyugada por la magia de ese rostro que un día decidió mirar en mi misma dirección y anclarse en la bahía de mi vida, es ahí, en ese segundo tan odioso como esperado, cuando rompo la inmovilidad que me atenazaba y mis labios, como sépalos de un orgiástico cáliz, se entreabren sobre un pedazo de esa piel que siento como mía aunque viva fuera de mi propio ser. Y es ese gesto, ese leve roce de pieles y de humedades, esa caricia casi prohibida, ese secreto choque de existencias, el que me vuelve a elevar hasta mi propio cielo, al que siempre pertenecí y del que jamás he salido, puesto que yo soy el Todo y todo está en mi.

Ahora ya no importan rutinas, costumbres, sinsabores. Ahora el tiempo pasa de cruel enemigo a personaje anecdótico, porque como cada mañana vuelvo a sentirme yo: suprema, eterna, invencible, diosa, madre y creadora.
Ahora ya nada existe ajeno a mi.
Ahora ya no existo ajena a nada.
Ahora, con la simplicidad de un suspiro, he recordado que Soy.



Quisier dejar un enlace a Blog de Clito. Espero que os guste.



4 comentarios:

Clito dijo...

Muchas gracias por el enlace, el que te haya gustado el texto y gracias por considerarlo digno de estar en tu espacio.

Te invito a que te pasees por mi espacio cuando gustes. Existe en él una categoría que pareciera construída para ti: "mis textos ajenos" es su nombre;).

Saluditos y feliz singladura:).

PD: Tobillos perfectos;).

Papish dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

No necesito añadir nada a lo ya escrito, pues parece salido de mi mismo pensamiento...

Aunque no tenga la oportunidad de disfrutar de ello cada noche o cada mañana, en el momento en que lo tengo... ese instante es único, irrepetible, singular, mágico y venerable...

Las tres últimas frases me han impactado... Porque son lo que siento en las ocasiones en que verdaderamente me miro por dentro y de verdad me veo...

Gracias por este suave mecer en la tarde...

Jonathan dijo...

Saludos, ¿como haces que te valla?

Es cierto, uno debe de apreciar esos momentos, esos que quedan grabados en tu memoria y en tu vida por mucho tiempo.

Navegando por estos mares pasionales, me despido...