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sábado, 15 de marzo de 2008

Ya te dije que te echaría de menos y así es....

Acabo de escuchar una parte del soneto 47 de William Shakespeare.

A mi mente a mi espíritu acuden sensaciones, y sentí el impulso, el de ir a buscarlo, leerlo al completo.

Éste es el trozo escuchado,...


...aún estando tú lejos, estás presente en mí,
pues no puedes llegar, donde yo, si te nombro
y estoy siempre con ellos y ellos están conmigo.

O si duermen, tu imagen, a mi vista despierta,
llamando al corazón, para que ambos se gocen.


Soneto 47

5 comentarios:

Clito dijo...

Acabamos de subir de enterrar a Carlota en los mismos parterres donde ya reposaban otros siete bichitos anteriores.

Lo primero que he hecho tras regresar a casa es sentarme ante el ordenador para daros las gracias a quienes me han apoyado con sus letras por mi blog y, en especialmente a ti, sabio y noble misionero.

Te siento cerca aunque estemos lejos físicamente y esa sensación mágica me reconforta en estos instantes de negritud y dolor.

Con los párpados tipo boxeador de tanto llorar... Con un dolor de cabeza que comienza, de nuevo, a transformarse en durísima migraña...Con la gélida sensación de la doble pérdida, leerte resulta, cuando menos, una reparadora y tierna caricia del alma.

Estoy segurísima de que la persona a la que le dedicas este último artículo te extraña y se acuerda de ti tanto o más que tú de ella.

Y es que, cuando las esencias se reconocen, no existen impedimentos, distancias u océanos que las separen.

Casi no te conozco y, sin embargo, a través de tus palabras, de tus deseos, de tus pensamientos y de tus ideas sé que eres alguien muy especial...

Gracias por estar. Gracias por ser. Gracias por tu cariño, desconocido misionero.

Que tus "bellos pies" continúen creando preciosos senderos por los que discurrir aprendiendo y disfrutando, compartiendo y amando.

Besos y un fortísimo abrazo.

PD: Pasa por mi blog, hay un video muy especial para ti.

Clito dijo...

Deberías echarle un ojo a la sección de banners proanimales de mi blog. Abajo a la derecha;).

Dulce domingo para ti.
Besitos.

Clito dijo...

Supongo que ya estarás entre franela y sueños, frente a un mudo campanario y bajo una fresquita luna lagunera...Que disfrutes de dulces sueños.

Mañana espero ver esas preciosas imágenes y alguna más, por aquí;).

Besos:)

Anónimo dijo...

Encontrarnos de nuevo provoca en mí muchas sensaciones (todas buenas). Algunas palpables a simple vista y otras no tanto... estas son las que salen de las entrañas.
La enorme sonrisa que se dibuja en mi cara y sus ojos brillantes reflejan lo mucho que nos echamos de menos. Nunca ha hecho falta decir que nos íbamos a extrañar, que la ausencia física provocaría un pequeño vacío que solo podemos ocupar nosotros mismos (es como un molde en el que solo cabemos nosotros).
Vacío... duro, pero así es.

Así como Clítoris nos deja sus sensaciones por la pérdida, por la ausencia, por echar de menos a quien ama y te agradece, sabio Misionero, tus palabras y tu obra, aquí te dejo (y comparto con los demás ajenos) unas letras de Pedro Guerra. Si puedes, óyela, es muy recomendable...

DE MENOS
(Tan Cerca de Mí, 1997)

El puente no alcanza, el río es estrecho;
la lluvia es la trampa, la lluvia es el cepo
camino deprisa, ni busco ni encuentro,
ni paso, ni quiero, ni tengo ni doy

La calle cambió su trayecto y no vuelve
las normas distintas son días sin verte
perdí la señal los horarios los trenes
nostalgia es el verbo que piensa en tu olor

Y te echo de menos, de menos, de menos
espacio vacío de mi corazón

Noviembre se marcha y nos deja hojas secas
el mar son tejados, alambres, antenas
me animo a olvidarte en los días que llegan
aunque hoy ha llovido, hay camisas al sol

Y te echo de menos, de menos de menos
espacio vacío de mi corazón
Y te echo de menos, de menos de menos
espacio vacío de mi corazón

Un saludo desde el meridiano

Anónimo dijo...

gracias por las palabras,

Sabes que me gusta Shakespeare, te dedico mi cita favorita:

Duda que sean de fuego las estrellas,
Duda si al sol el movimiento falta,
Duda lo cierto, admite lo dudoso,
Pero nunca dudes, de mi amor las ansias

Hamlet
Shakespeare

Un abrazo del otro lado del atlantico