Aunque pueda parecer el título de una película, no lo es. De todas formas es harto conocido el argumento del mismo.
Hoy, de noche, bajo la lluvia,
mi camino, largo ya, se cruzó con dos perros.
Yo notaba como el agua lo invadía todo, como
calaba mis entrañas, o tal vez ¿era otra cosa?.
El frío, la oscuridad, y allí estábamos los tres
como viajeros, como vagabundos.
Todos, reconociendo nuestras propias sensaciones.
Por un instante nos miramos, el más grande y yo.
yo vi en sus ojos, su pesar, del que busca cuando ya sabe
que no va a encontrar, su cara se quedó en aquel momento
de su vida, en el momento de la esperanza, su cara no cambió
no se adaptó, pero sus ojos lo delatan.
Me miró, me oteó como a un igual, no ladró, ni hacía falta
creía mirarse en un espejo.
Mis sensaciones me invadieron, no pude evitarlo, traté de
esconderme en mi mismo.
Vi como se alejaban, el grande, el pequeño y mis pensamientos.
Este contacto, no ha sido casual
Esta lluvia, no ha sido casual
Esta historia, no ha sido casual
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