....es que no tomas fruta, acaban de decirme. Pues será eso, pero vaya bajada de ánimo que te da cuando te invade el cuerpo una de estas.
Aquí bajo los efectos de semejante bajón se divaga con facilidad. Se pierde el norte, los objetivos parecen difusos, y ante todo, el espíritu parece perderse en la vorágine de sensansaciones.
Dentro de unas horas trataré de hacer lo correcto, y me pondré las zapatillas, y haré lo imposible por centrarme en dicho objetivo.
Asumo este vacío que me aturde, ya que recuerdo lo sufrido en otra situaciones y como, con el tiempo, desaparecía.
Porras, tal vez debería vacunarme...
un saludo desde áfrica.
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