Las distintas paradas "obligatorias"

Sin duda alguna, en muchas ocasiones, pasa ya que mi camino se salpica de piedras. Podría pensarse que voy descalzo y que inevitablemente, como un niño que comienza sus pasos, tropiezo con casi todo, pero... al igual que esos pequeñines "no hay dolor". Ahora sentado, repasando las cuestiones que me han traído hasta aquí,me digo que por qué me llegan estas ondas hercianas. Podré con ello. No importa la enfermedad, no hay debilidad que pueda conmigo, no quiero declararme incorrupto, pero si que superaré estas situaciones con entereza. Allá voy, a mirar a la cara a mi enemigo, a decirle cuatro cosas, y si luego fallo en el intento, si me quedo solo, pues qué le vamos a hacer. ¿Dónde se compran las tiritas?.... ¿tienen de mi talla?... pues entonces. Cuánto cansancio. Pero esta vez, es diferente. El cansancio me recuerda cual es el objetivo. Un saludo desde áfrica.