18 de julio del 2004
Una vez más nos encontramos con sensaciones encontradas. Uno como siempre sólo piensa en sentirse a gusto, a gusto con lo
que piensa, con lo que siente. Oigo vacilar al otro lado de la línea y me molesta, oigo como mi vida aparece en las
conversaciones de los demás y no puedo evitar un fastidio, algo así como que no me gusta. La cosa es que tampoco es para
tanto.
Aquí, solo, con mis cosas, vuelvo a disfrutar de la sensación de la soledad, del trabajo nocturno, de mi mismo.
Acabo de ver Nivel 13, y uno se alegra, de repente, como cuando eras niño que te pasaba algo que aunque fuera pequeño,
te cambiaba la faz de la cara.
¿qué pasa si alguien se lleva a la cama a la chica con la que estás?, no pasa nada, ya lo has saboreado, bueno, vale, yo
no estaba con ella, pero, de todas formas, ..., no nos vamos a engañar, el día que comentaste que tenías un grupo
bienavenido, todo desapareció, que coña, como si hubiera sido adrede.
De todas formas tengo la sensación de que lo conocí para tener gente con la que hacer cosas, no para hacerlas con él,
parece ser.
Bueno dejemos de reflexionar, no vale la pena, terminemos ésto, y descansemos un rato.
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