Han ido pasando los días, las semanas, y 7 meses....
Podría decir que lo ví venir, que algo dentro de mi saboreaba de antemano lo que se cernía sobre el final. Se encadenaban actos de lo más variopintos. La gente no deja de atestiguar su más rabiosos momentos de necedad. Allí van, creyendo que lo que dicen y hacen tiene un sentido normal, incluso entendible. Yo, como observador, no puedo evitar darme cuenta de la gran cantidad de necios que nos rodean. Navegan creyendo que conocen el rumbo, y cuando chocan conmigo, parece que lo hacen contra un iceberg. Tienen la necesidad de protegerse, de alargar la mano y lanzarte fuera de su ruta. Lo más curioso de todo es que no lo dicen, no lo muestran abiertamente, no tienen el coraje de comentarte que realmente les asustas y no te quieren cerca, porque dañas esa fina bóveda que les inspira su falsa seguridad.
Esta noche se ha cerrado, una vez más, el ciclo de falsas y falaces apariencias. Nunca pude decir nada bueno de ellos, pero lo acontecido en las últimas horas, creando y manteniendo un vacío total, visible hacia mi persona como si quisieran castigarme con su silencio, como si quisieran distanciarse de tal manera que parezca que yo nunca he pasado por sus vidas.
Bueno. Cerramos el kiosko una vez más. Fin de la cita.
2 comentarios:
En la época en la que nos encontramos aparecen por doquier personas que caen en la falsedad con su exceso de diplomacia; personas que por ser miembro del “grupo” hacen malabarismos sin importar lo que tiran a la cuneta; personas que cuando tropiezan con alguien que desde el respeto y la tranquilidad dice lo que piensa…ohhhh!!! Creen que ya han encontrado a un enemigo; personas para las que no ser “una oveja más del rebaño” es algo malo, muy malo, tanto que te convierte en mala persona.
Podría continuar, la lista es larga. Iba a decir que es una pena que actuando la gente de esta forma se pierden el compartir momentos y conocer a personas realmente válidas, pero NO. Así tocamos a más nosotr@s. Nosotr@s: esos bichos raros que tienen opiniones propias, personalidad, que disfrutan con una conversación inteligente. Esos bichos raros que no olvidan las normas mínimas de educación y cortesía. Esos bichos raros que ante la injusticia, la falta de principios, la incoherencia… reacciona.
¡¡Me encanta ser un bicho raro!! Jijijiji.
Un abrazo fuerte (de esos que hacen crujir las vértebras) Misionero.
desde luego Ius.... y la lista es larga.... gracias por el abracito...
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