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miércoles, 6 de octubre de 2010

A los pocas horas de haber llegado...

Todos estos meses has sido una esperanza, un momento, un pensamiento que no se desvanecía porque detrás de él, unido fuertemente, había un sentimiento.

Todos estos meses, como por arte de magia, como un embrujo, mi mente pensaba a menudo en ti, en cómo serías, a quién te parecerías, cómo sería tu primera mirada.

Al fin, apareciste, radiante, cercana, familiar, nada me detenía al abrazarte y sentirte mía, como si fueras una parte de mi.

Al fin, pude sentir lo que tantos días, semanas, meses me había imaginado. Mi ilusión se volvío como un río desbordado, la realidad era, con creces, mil millones de veces mejor.

De repente, un día, noté que algo iba mal, había una sensación, mi intuición estaba alertándome de algo.

De repente, las palabras de los médicos fueron como un golpe seco, si aquello hubiera sido un combate de boxeo, mi entrenador habría arrojado la toalla.

No podía creerme lo que me estaban diciendo. Aquello no tenía sentido, tan pronto, ¿y algo estaba mal?

No podía creerme lo que estaba oyendo, y al mismo tiempo, la realidad era palpable, mi espíritu se dañó, y no pude permitirme pensar lo peor. No era posible, todo el mundo contaba conmigo, yo era la roca, yo era el espigón, yo era el faro al que todos miraban para no perderse en la bruma...

Durante esos días de espera, me ahogué, no podía respirar, no podia pensar, pero no todo mi yo, sólo la parte más personal. La externa, la pública muchas veces gobernanta de un todo, aparecía fuerte, inquebrantable, poderosa, no me permitía el lujo de ni siquiera dejar de sonreir. Todos precisaban, una vez más, que yo fuera el comienzo de aquella energía, de aquel calor. Mientras por dentro, no tenía a dónde ir.

Cuándo las noticias fueron un poco mejores, un gran vacío se abrió dentro de mi. No todo había terminado, pero toda esa fuerza que antaño me llenó, ahora se retiraba, por unos segundos a descansar. No sé de dónde saqué las fuerzas para seguir adelante.

Ayer viví mi último momento de angustia. Todo ha salido bien. Hoy me he levantado y pude sentir que ayer fue el primero de muchos días que me quedan por compartir contigo.

Ayer comenzó nuestra vida en común. A partir de ayer, yo seré para ti y tú para mi.

En un futuro, cuando hablemos de tu llegada a mi vida, de como entraste, de cuál fue tu puerta, y de que como nunca dejé de creer que lo bueno ya había llegado a mi vida, tal vez, algún taco se me escape, más por recordar toda la fuerza que tuve que hacer acopio, que por otra cosa.

Bienvenida a mi vida, a partir de ahora, nuestra vida.


PD: Dedicado a una amiga y su sobrinita recién nacida.




-----------------------ENGLISH VERSION-------------------

All these months have been a hope, a moment, a thought that does not vanish because behind him, tightly bound, had a feeling.

All these months, as if by magic, a spell, my mind often I thought of you, how would you, who would you feel, how would your first look.

Finally, you appeared, radiant, close, familiar, nothing stopped to hug me and feel me, as if you were a part of me.

At last, I could feel what so many days, weeks, months, I had imagined. My dream became like an overflowing river, the reality was, by far, a billion times better.

Suddenly, one day, I noticed that something was wrong, there was a feeling, my intuition was alerting me of something.

Suddenly, the words of the doctors were like a blow dry, if that had been a boxing match, my coach would have thrown in the towel.

I could not believe what they were saying. That made no sense, so soon, "and something was wrong?

I could not believe what I was hearing, and at the same time, the reality was palpable, my spirit was damaged and could not afford to think the worst. It was impossible, everyone told me I was the rock, I was the jetty, I was the beacon to which everyone looked to not get lost in the fog ...

During those days of waiting, I choked, I could not breathe, could not think, but not my everything, only the most personal. External, public often governess of a whole, appeared strong, steadfast, strong, not allowing me the luxury of not even stop smiling. All needed, once again, that I was the beginning of that energy, that heat. While inside, I had nowhere to go.

When the news was a little better, a huge gap opened up inside me. Not everything was over, but all that power that once filled me, now retired, for a few seconds to rest. I do not know where I got the strength to keep going.

Yesterday I had my last moment of anguish. Everything went well. Today I woke up and I could feel that yesterday was the first of many days I have to share with you.

Yesterday we started our life together. As of yesterday, I will for you and you for me.

In the future, when we talk about your coming to my life, how you came in for what was your door, and that ever stopped believing that good things had come into my life, maybe some taco escape me, more to remember all the strength I had to take stock, than anything else.

Welcome to my life from now on, our life.


PS: Dedicated to a friend and her newborn niece.

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