Estoy en casa, con gripe, pero no la porcina. Me permito empezar con aire cómico, algo que desde luego no lo es.
Estamos ante una nueva pandemia. Si la gripe aviar, fue la de hace un tiempo, ahora le toca el turno a la gripe porcina.
Me pregunto por qué no admitirán que la situación de las fábricas de animales, no digo granjas, porque no puede dárseles ese nombre, está conduciendo a estas situaciones.
Últimamente, en mis ratos libres delante del ordenador, pongo como "sonido ambiente" el documental The corporation, y claro, viendo algo así, aunque vivas en ciudad y nunca hayas visto de donde vienen las cosas que te compras en el supermercado, es imposible que digas granjas.
La gripe porcina, no es si no, otra de estas consecuencias. Además, ¿qué es la gripe porcina? ¿por qué hay gente muriendo que dicen que es por esta gripe?, ¿cuál es la relación?.
Además, una vez más le toca el turno a un país pobre, ya que México no está para tirar cohetes. Corrupción, pobreza, narcotráfico, bandas, mafia, EE.UU... en definitiva, que cuando esta gente mexicana, le dicen, bienvenido a este mundo, parece un chiste de mal gusto.
Aquí, enfermo, en el mundo, "desarrollado", alejado de todo eso, no puedo sino sentirme afortunado por un lado, y por otro culpable, por mi egoismo de supervivencia, por no hacer nada más que ver un documetal y hablar de ello para transmitir esa curiosidad que el mismo llenó.
Una vez más me siento un mensajero. No quiero subrrogarme ninguna tarea, no me siento destinado a un camino, incluso mi vida, qué puedo decir, ni siquiera puedo, digamos, dominar la mayoría de tareas cotidianas.
Aquí, compartiendo mi soledad, viendo american beauty.
Además, tratando de resolver uno de estos problemas informáticos en dónde tú, por ser el único competente, te comes el marrón de empresas terceras que se desentienden, y "rezando" para que no se convierta en una crisis de grandes proporciones.
Al final, como se puede ver, tengo la cabeza en mis problemas, en mis vagedades, y lo que le pase al resto del mundo, pues, qué se le va a hacer.
¿de qué sirve ser tan consciente de todo a mi alrededor, si al final, sólo voy a ocupar mi tiempo con mis cosas?.
Yo, casi podría llegar a admitir, esa frase que creo que todos los que acudimos a este lugar de encuentro, digamos que aborrecemos, "la de la ignorancia es la felicidad".
Hay veces que me pregunto el por qué de mentes ajenas.
a veces, más bien, parezco, el mensajero del miedo, no paso de ser un cartero.
Tras todas estas divagaciones, ¿qué nos queda?. Bueno, un saludo desde áfrica.
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