Hace ya unos meses de tu ausencia y en estos días se hace más palpable. La mitad del año fue una agonía, viendo como te ibas, como te rendías, y yo no podía hacer nada para que te quedaras, para que vieras que había otras opciones.
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Ahora, en medio de este vacío que has abierto, no tengo dónde agarrarme. Me has dejado sin herramientas, sin cuerda de seguridad, sin asideros. Estoy en pleno temporal, y busco refugio. La tormenta arrecia y no hay nada que me quite este frío que hay en mi interior.
Me despierto sin ganas de abrir los ojos, deseando que se pare el tiempo, y poder sanar las heridas. El mundo sigue girando, a nadie le importa mi dolor, no hay parada de tren para el viaje de la vida.
El destino me la tiene jurada. Mierda de billete.....
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