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viernes, 16 de octubre de 2009

Agora, ¿una cita con la historia?

El otro día me sorprendí con que ya iban a retirar del cartel a Agora.

Una película que ha sido anunciada a bombo y platillo, y que yo, por ser un amante de la historia iba ir a ver desde que vi el primer trailer de la misma.

No cabe duda que cualquier película puede y debe tener elementos de ficción. Digamos que una historia en el cine, siempre ha de presentarse de forma atractiva y a la mayoría de los que acuden a verla. Digamos que no todo el mundo se masca una historia si no se la dan ya mascada primero. No niego esa realidad, y aunque yo no me considere de ese grupo, admito que puedo soportar algunas licencias de autor o las típicas "trampas" de guión que permitan "entretener" a los que vamos a ver una película.

Agora trata una época de crisis. Final del imperio romano. El cuál ya estaba dividido en dos y hacía aguas por todos lados. La historia se enmarca en la ciudad de Alejandría, en el llamado Imperio de Oriente. Menos mal que no nos hablan del imperio de occidente, porque si así iban las cosas en el de oriente, no quiero ni imaginarme la situación desde Italia hasta Portugal.

El fondo social está dominado por las creencias religiosas. El cristianismo, perseguido hasta hacía un tiempo, de repente, por obra y gracia de Constantino, se convierte en religión oficial del imperio, y curiosamente, lo que había sido una práctica común de los romanos, "la libertad de culto", comienza a desaparecer. No estoy seguro de si era o no la primera vez en que religión y estado formaban un todo hasta los niveles más bajos desde cabeza de gobierno hasta el último de sus individuos. Cierto es que el imperio romano dominó a un montón de pueblos, con diferentes culturas y diferentes espiritualidades. Tenemos a los Helenos con su Zeus, Afrodita, ...., o los egipcios, con Osiris, Isis, los propios romanos tradujeron los dioses griegos y les pusieron sus propios nombres, el que se me viene más a la mente es el dios del vino, Baco o Dionisio, si eras de griego o Romano, era el mismo, pero bueno, por qué no cambiarle el nombre.

A lo que íbamos, que lógicamente, una de las claves del imperio, fue su respeto por las costumbres autóctonas, mientras los pueblos pagaran los impuestos, y rindieran pleitesía al emperador. Lo que dijo Jesús era bien cierto. "Dad al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios". Creo que Jesús si sabía algo de esto.

Pero con la llegada de la comunión Emperador-Papa, o Jefe de gobierno Jefe de la iglesia, o peor aun, "religión oficial", empezó a correrse, por los caminos del imperio una orgía de "todos a una".

Así es como nos encontramos Alejandría, Egipto, el imperio, en la época de Hipatia.

Lo cierto es que ver a los Cristianos, antiguos perseguidos, convirtiéndose en los nuevos perseguidores, se merece un "OLE" bien grande a la mentalidad humana. Es algo que nos caracteriza. A lo largo de mi corta vida, he podido observar este comportamiento. Nos gusta ser individuos. El decir que cada uno es diferente. Pero qué frágil se siente el individuo sin el aporte de pertenecer a algo más grande que él mismo. La religión inunda ese hueco. Y luego, qué difícil es de plantarse, si el grupo hace algo aberrante, o monstruoso, o sencillamente que choca con alguna o varias de nuestras tan mal llamadas "diferencias características de cada individuo".

He visto este modus operandi en muchas historias famosas. Por ejemplo la expulsión de los moriscos en España.
El fascismo Italiano o su hijo bastardo el franquismo español. ¿Qué decir del nazismo?, el comunismo Chino. ¿cuánta gente funcionando con una sola idea, o por lo menos de apariencia?, pero todas estas idologías, fueron minúsculas en su momento, pequeñas en comparación con el momento en el que nacieron, y luego, una vez llegaron al poder o se hicieron medianamente grandes, pasaron por el cuchillo a la "oposición" más o menos "opositora".

En Agora sucede algo que me recordó a los nazis.

Hitler se rodeó una especie de tropa paramilitar llamada SA. Estos no fueron precursores de la SS, pero digamos que fueron los primeros. Hitler y su grupo, comenzaron pequeños, incluso sin adeptos, pero fueron empleando tácticas de guerra urbana en sus zonas de nacimiento. Presionaron, quemaron, destruyeron, todo lo que les permitía dominar con el miedo o con las razones más equivocadas y sumar a su causa por miedo por locura transitoria a más "individuos". Cuando ya estaban en el poder los nazis, las SA, se presentaron como un problema, ya que divergían en sus ideas, posiciones, con algunos de los nazis más sobresalientes, por ejemplo Himmler y sus SS. Hitler, no se si lo tuvo fácil o no, pero en la noche de los cuchillos largos tomó partido, y los SA, simplemente pasaron a mejor vida.

Como decía, en Agora, los cristionos, ya son la religión oficial, y si antaño se escondían, ahora ya pueden "parabolear" en la calle. Pero no les basta, tienen que "acabar" con las otras creencias. Empiezan, como no, con las politeistas. Las ridiculizan, las insultan, y presionan a sus seguidores. Cuando estos han sido eliminados del juego, obligándolos a bautizarse, ya que, obviamente, el poder sólo estaba en manos de los cristianos, pues tenías dos opciones, o te ponías el "brazalete" de que soy Pagano y allá tú, o viéndolo desde un punto de vista práctico, me paso un poco de agua por la cabeza y listo, ya puedo seguir con mi vida. (¿no nos recuerda esto a muchas de nuestras historias en los nacionalismos?).

Lo mejor de todo, es que como siempre, una vez eliminado el culto politeista, ¿quién nos queda?, si, el otro culto monoteista, tan típico en todas las películas de romanos, los judíos.

Pues sí, al igual que los SA, los judíos tambien fueron pasados a cuchillo, al final sólo podía quedar uno, y en este caso, fueron los cristianos.

Bueno, como ya me voy a los cerros de úbeda, y dicen que a buen entendedor, pocas palabras bastan, pues espero haber dejado una idea sobre esta malvada sensación de la obligaoriedad de creer en algo y ser dominado por el grupo.

Con respecto a la película, me gustaría decir que me gustó, pero no. Me aburrí bastante, y ni tan siquiera la enésima muestra de lo repugnante que es el dominio del espíritu individual de cada persona por los "representantes" en la tierra del más allá me aviva la idea de recomendarla.

En muchas ocasiones me preguntaba "¿y este personaje por qué hace esto?", para mí, todos estaban vacíos. Seguí la trama, pero puedo prometer, que a la mitad, me hubiera ido.

Para mi, Agora, aunque sea una buena plataforma el cine, para hablar de gente, de la que no oirías hablar como Cirilo, Hipatia, Aristarco, si no fuera por que lo ves en una película, lo dicho, Agora no es una pelicula que entrenga, anime, o te permita como digo yo, salir del cine diferente a como has entrado.

pero como siempre digo, ¿y tú qué opinas?

un saludo desde África.

PD: os dejo un par de críticas y enlaces.

Hipatia
El mundo
Daniel Martin

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