Algunas veces, en ciertos momentos en mi vida, puedo admitir que me siento en familia. Ya sabéis, un lugar, unas personas, una situación, en la que puedes ser tu mismo, puedes disfrutar de esa tranquilidad, que te da el que la gente que te rodea, ya sabe como eres, saborean la situación en tu compañía, y percibes que ellos quieren que estés allí, que no sería lo mismo sin ti.
Es realmente curioso que pueda percibir tan fácilmente esa sensación, cuando mis propios antecendentes familiares, los "reales", no me lo enseñaron.
Quisiera agradecer, desde aquí, el momento de hoy. Agradecéroslo a todos.
Hace tiempo que no hay tranquilidad, y cuando puedo disfrutar de un paréntesis, ¿qué puedo decir?. Sólo puede ser Gracias.
No hay nada como una partida de jenga, para acompañar estas sensaciones.
1 comentario:
Hay personas que por tener luz propia, sin darte cuenta se van haciendo un hueco en tu vida. Sin hacer ruido, sin fingir, sencillamente mostrandose como son. Un día por alguna extraña razón te das cuenta de que ya es demasiado tarde...forman parte de tu vida, forman parte de ti.
Un beso Misionero.
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