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viernes, 4 de febrero de 2011

En aquella ocasión, cuando me dijiste....

...recuerdo aquello, como si fuera, ayer. Fue una de esas conversaciones que comienzan sin preámbulos. Pude darme cuenta de que hablabas muy en serio, cuando me miraste, buscando mis ojos, reviviendo esa situación que tanto te turbaba.

No fue mi forma de mirarte la que relajó tu estampa. No fue mi más sincera versión de hombre interesado en lo que hablabas. Fue todo mucho más sencillo.

Allí estábamos, cerca, el uno del otro, el uno para el otro, yo no podía dejar de mirarte, no había nada que me apartara de ese camino.

Fueron unos segundos hermosos.

Ni por todo el oro del mundo quería dejar aquello, pero, decidiste que no había nada más que hablar. Empezaste algo, ibas a contarme, en cambio, el miedo atenazó tu mente..., ya no había nada que yo pudiera hacer. Lo intenté, lo hice, pero no llegaba a ti, el kiosko se cerró definitivamente.

No queda mucho de aquellos momentos tan intensos. Sencillamente, se fueron, como las campanadas del reloj. Ahora, aquí pudiendo revivirlos, todo parece que pasó hace años, ¿te ata algo a esos momentos?.

Muchas personas rompen sus ataduras con una facilidad pasmosa.

Saludos desde África.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

sinceramente aquí, con esas tus palabras...

me dejaste perdida.


Mina.

Anónimo dijo...

intenso.... breve...directo, me gusta, como también me gusta tu forma de decir, o más bién, escribir. esa peculiar forma de confundir y de intrigar al lector en cada letra, dejandolo con esa pequeña duda de: ¿le pasó a él eso..? ¿es un recuerdo lo que le hace escribir ésto? o ¿es un simple invento?, una cración hecha de la imaginación para cautivarnos y hacer volar nuestra imaginación. de todos modos, prefiero pensar que estoy en lo cierto respecto a tu relato.da igual lo que te impulse a escribirlo, me alegro de que lo hayas hecho..
de todos modos me gustaria decir que a veces nos parece facil la forma que tienen algunas personas para romper algunas "relaciones" pero en realidad llegar hasta esa decisión les cuesta muchas noches de insomnio, días donde se encuantran perdid@s al no encontrar la solución e incluso lagrimas inevitables todo para llegar a lo que creen lo mejor para ambos, por eso se arman de valor y simplemente lo dejan salir y que conste que hablo por experiencia propia.
besos MISIONERO, sigue cautivandonos como hasta ahora.
attt: la dama de NEGRO.

Misionero dijo...

Ay Mina... Pues no sé, a veces me pasa.... ;) Gracias por estar ahí.

Misionero dijo...

Gracias por tu aportación Dama de Negro.

Tenemos opiniones divergentes, pero estoy seguro que muchas mentes ajenas se sentirán reconocidas con tu comentario.

PD: Gracias por tu apoyo del blog, no se si lo que se escribe aquí cautiva o no, pero si trato de expresarme con toda naturalidad.